BOGOTA.- El gobierno del presidente Andrés Pastrana y dirigentes empresariales proclamaron hoy el fin de un largo período de recesión que generó desempleo récord, quiebra de empresas y del sistema financiero y una pérdida de confianza en el futuro de Colombia.
"La recesión quedó atrás porque ya estamos creciendo", dijo hoy a la prensa el Ministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, al celebrar las más recientes cifras del Departamento de Planeación que sitúan en 2,6% el crecimiento de la economía en el primer trimestre del año.
"Esta es una cifra más alta de la esperada, pues habíamos calculado un aumento del 1% del PIB (Producto Bruto Interno) en los primeros tres meses del año", agregó.
Restrepo dijo que Colombia ha logrado emerger de la recesión con el crecimiento de las exportaciones (29,5% entre enero y marzo) estimuladas por la devaluación del peso y una recuperación de la producción agrícola e industrial.
"La recesión en la industria llegó a su fin", dijo Luis Carlos Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales, al presentar ayer los resultados del desempeño de la actividad industrial en marzo que tuvo un crecimiento del 9,1% mientras las ventas se elevaron en un 10,4%.
Sin embargo, Villegas señaló que la actividad industrial continúa afectada por escasez de crédito, baja demanda y problemas de seguridad derivados de las acciones terroristas y extorsiones de la guerrilla.
A pesar de las cifras positivas del primer trimestre de 2000, el Ministro de Hacienda y economistas privados señalaron que Colombia sufrirá por un tiempo prolongado los efectos de la caída de la economía de 4,44% del PIB en 1999.
El mayor impacto se ha sentido en la desocupación que alcanzó en marzo un índice récord del 20,2% el cual, en opinión del Departamento Administrativo de Estadísticas (Dane), solo podrá reducirse lentamente. Para fines de este año podría bajar al 18%, si continúa el proceso de recuperación de la economía.
Analistas han dicho que la economía colombiana requiere mantener una política de ajustes para reducir el déficit fiscal, el régimen de transferencias a los municipios y ajustar el sistema de pensiones para su bancarrota.
Estas reformas han sido postergadas debido a un enfrentamiento entre el gobierno y el congreso sobre los alcances de una reforma para moralizar las costumbres políticas y combatir la corrupción.
Los sindicatos obreros expresaron ayer su oposición a estas reformas sugeridas por el Fondo Monetario Internacional y advirtieron que harán un paro nacional de 24 horas si el gobierno y el congreso logran un acuerdo para expedir las leyes.
