NUEVA DELHI.- El ejército de Sri Lanka y los Tigres de Liberación de la Patria Tamil reanudaron los combates por el control de la península norteña de Jafna, al concluir la tregua unilateral que los rebeldes observaron el sábado para que la población civil abandonara el escenario de la guerra.
Aunque el gobierno aseguró que ignoraría el alto al fuego y lo calificó de una estrategia de los rebeldes para reagrupar sus fuerzas, el fin de semana transcurrió en relativa calma.
Pero los combates se reanudaron con fuerza la pasada noche cuando fuerzas gubernamentales bombardearon posiciones de los Tigres tamiles que en las últimas semanas arrebataron al Ejército estratégicos lugares en la península.
Un comunicado emitido hoy por el gobierno de la presidenta Chandrika Kumaratunga afirma además que las tropas gubernamentales destruyeron dos lanchas de guerra de los rebeldes, que transportaban provisiones para sus fuerzas, y dañaron a otras cinco.
La reanudación de los combates entre unos 40.000 soldados que defienden las península y unos 5.000 ó 7.000 guerrilleros que lanzaron una ofensiva armada dispuestos a reconquistar su antiguo bastión, coincide con la llegada a Colombo del subsecretario para Asuntos Políticos de Washington, Thomas Pickering.
Pickering discutirá con Kumaratunga y con Ranil Wickremesinghe, líder de la oposición, el plan de paz respaldado por Noruega para acabar con la guerra civil que sacude Sri Lanka y que ha causado más de 60.000 muertos desde que los rebeldes iniciaron en 1983 la lucha por la secesión del norte y este del país.
Los rebeldes afirmaron que se disponen a lanzar el asalto final contra la ciudad de Jafna, capital de la península del mismo nombre y símbolo de la identidad tamil, bajo control del Ejército desde 1995.
En las últimas semanas los mayores combates se han librado en las proximidades de la ciudad, aunque los Tigres tamiles atacaron otros lugares estratégicos en la península para cortar las líneas de provisión del ejército y debilitar la defensa de la población.
Desde que los rebeldes lanzaron a finales de marzo una ofensiva armada contra la península de Jafna, el gobierno subrayó su disposición a reanudar el diálogo de paz con los secesionistas.
Pero rechazó un alto al fuego provisional ofrecido por los Tigres para evacuar al Ejército de la península, y aseguró que Jafna será defendida "hasta el último hombre".
