MOSCU.- El comandante de las fuerzas rusas en Chechenia instó el martes a los políticos a encontrar una forma de terminar a la brevedad con la campaña de Moscú en la república separatista, que ha entrado a su noveno mes.
Pero el general Gennady Troshev, citado por la agencia de noticias Interfax, descartó conversaciones con el presidente checheno, Aslan Maskhadov, de quien dijo antes que había sido herido, para terminar con la guerra.
"Los políticos comienzan la guerra, son ellos los que deben y tienen que ponerle fin", dijo el hosco Troshev según Interfax.
"Es hora más que cumplida para que los políticos tomen cartas en el asunto, están perdiendo tiempo", dijo el militar, quien además pidió un referendo sobre quién debería de gobernar en la región y sugirió a su propio candidato, el muftí Akhmad-Khadzhi Kadyrov, líder de los musulmanes en Chechenia.
Las tropas rusas han sufrido crecientes bajas como resultado de emboscadas de los rebeldes, la misma táctica que les ayudó a expulsar a las tropas rusas después de la guerra chechena de 1994-96.
Troshev dijo que el parlamento electo de Chechenia debería de configurar un gobierno, a fin de continuar la lucha contra los "terroristas" y conseguir la recuperación de la economía.
"Todo esto tiene que hacerse a la brevedad posible. Y entonces esos chechenos establecerán la paz en su propia tierra", dijo.
Pero el comandante, conocido por su vehemente temperamento, dijo que no podría haber conversaciones con Maskhadov o con comandantes rebeldes como Shamil Basayev o Khattab, de origen árabe.
"Como presidente que abandonó a su propio pueblo y tomó partido con los bandidos, Maskhadov debería de ser depuesto del cargo por el parlamento electo de la república", dijo Troshev.
Anteriormente, el militar dijo que el líder checheno, quien con frecuencia ha hecho llamamientos a conversaciones de paz para resolver el conflicto, había sufrido heridas, probablemente en la explosión de un obús en la que murió su guardaespaldas.
Interfax citó a Troshev diciendo que Rusia había interceptado las conversaciones telefónicas de Maskhadov y comunicaciones por radio, y que en una de ellas el líder checheno había hablado de la muerte de su guardaespaldas.
