DAMASCO.- Bachar al Assad, de 34 años, está listo para suceder a su padre, Hafez al Assad, fallecido este sábado por la mañana a los 69 años, en el cargo de Presidente de la República de Siria, gracias a una enmienda de la Constitución.
Pocas horas después del anuncio de la muerte del hombre que gobernó Siria durante 30 años, el Parlamento, reunido en sesión extraordinaria, enmendó el artículo 83 de la Constitución, bajando de 40 a 34 años la edad de los candidatos a la presidencia, se anunció oficialmente.
Bachar al Assad nació en 1965 y por lo tanto tiene 34 años.
El presidente del Parlamento, Abdel Kader Kaddura, anunció que la Asamblea del Pueblo se reunirá de nuevo el 25 de junio para confirmar la elección de un candidato a la presidencia, el que será luego elegido por referéndum.
El Partido Baas, en el poder, se reunirá del 17 al 22 de junio para designar a su candidato a la presidencia.
Desde la muerte de su hijo mayor, Bassel, en 1994, en un accidente de tránsito, el difunto presidente empezó a preparar a su hijo Bachar, médico oftalmólogo, con estudios en Siria y Gran Bretaña, para puestos importantes en el seno de las instancias dirigentes del país.
Bachar, que actualmente tiene el grado de coronel en el Ejército sirio, estaba a cargo de las relaciones líbano-sirias, sin ocupar puestos oficiales.
Desde hace un año multiplicó las visitas a los países árabes y las declaraciones, tanto sobre la situación en la región como especialmente sobre la búsqueda de la paz con Israel.
El 31 de marzo último, el jefe de la diplomacia siria, Faruk al Sharah, afirmó que ni el presidente Hafez al Assad ni su hijo Bachar aceptarían una paz que no fuera ''honorable'' con Israel.
En el plano interior, Bachar se pronunció por una mejora de la gestión gobernamental y por la lucha contra la corrupción.
Bachar al Assad, muy parecido físicamente a su padre, es alto, de ojos azules, tiene un pequeño bigote y gusta vestir elegantemente.
Habla parfectamente el inglés, comprende muy bien el francés y su gran pasión es la informática.
