
LA HABANA.- Entre cánticos infantiles y consignas comunistas, decenas de miles de niños y adolescentes cubanos participaron este lunes en una "marcha combatiente" de casi tres horas frente a la representación de Washington en La Habana para reclamar el regreso del pequeño náufrago Elián González, acto al que se sumó el presidente Fidel Castro.
En la marcha participaron "más de 200.000" escolares, según un informe de la televisión local que transmitió en directo el acto, para el que los niños fueron congregados desde muy temprano en las cercanías de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en la capital cubana.
Los estudiantes de educación primaria lucieron sus uniformes de "pioneros" y lanzaron la consigna de "¡Pioneros por el comunismo, seremos como el Che! (Guevara)".
"Estamos luchando para liberar a uno de nuestros hermanos", dijo un pequeño orador, quien junto a otros niños alentó desde una tribuna y mediante altavoces a sus condiscípulos para que agitaran sus pañoletas azules y rojas, como aquella que lució en su cuello hace unos días Elián en Estados Unidos y que provocó malestar en Washington e irritó al exilio de Miami por lo que se consideró propaganda comunista.
"A pesar de ser pequeños, formamos parte de esta consigna: Socialismo o muerte, Patria o muerte", dijo otro orador de unos diez años de edad.
"Gritemos bien alto también la consigna de hoy de la patria: abajo el abuso, liberen a Elián", dijo una niña.
"¡Miren la dictadura de Cuba!", dijo al narrar la marcha un conductor de televisión estatal que transmitió en directo el "hecho histórico" que comenzó a las 9:30 y culminó a las 12:15 horas locales.
"¡Ahí está la dictadura de las ideas, la dictadura de la consciencia, la dictadura de la ética, de valores (...) y defenderemos esa dictadura hasta las últimas consecuencias!", agregó emocionado el locutor oficial Rafael Serrano, parafraseando a Castro, quien en mayo pasado dijo que en la isla hay "una gran dictadura, pero es una dictadura de ideas".
La víspera, el líder cubano pidió a los niños cubanos que desfilaran "con gran dignidad, pañoletas y banderas en alto, las consignas enérgicas y fuertes, que se escuchen en Washington y en el resto del mundo, porque nadie tiene derecho a secuestrar o retener un niño cubano".
Después de desfilar, los niños se congregaron en la plaza "Anti imperialista José Martí" frente a la SINA, momento en que se sumó Castro. En la plaza estuvieron también familiares de Elián, como sus abuelas Mariela y Raquel, así como la bisabuela Ramona.
La "marcha combatiente" de los niños coincidió con el inicio de una "semana importante" para el futuro del niño naúfrago, según consideró hace unos días Castro.
"La semana que viene será muy interesante, por el momento que se está viviendo, por las nuevas maniobras que se están llevando a cabo, volvieron a aparecer en el Congreso (de Estados Unidos)" maniobras en torno al caso de Elián y "todo esas cosas asustan", dijo Castro el viernes pasado.
Este lunes, Castro comentó que "no se puede esperar nada, nada, todo es silencio", al ser cuestionado por la prensa sobre que cabría esperar en los próximos días cuando venza el plazo para que la familia de Elián en Miami apele la decisión de la corte de Atlanta de que el menor no puede solicitar asilo político en Estados Unidos.
El niño náufrago de seis años permanece con su papá en Cleveland Park, Washington, a la espera de que sea levantada o no la prohibición judicial de regresar a la isla.
Con el caso Elián, el gobierno cubano ha movilizado a casi todos los sectores de la sociedad como no se había visto desde hace una década, después de la caída del Muro de Berlín, con el que se derrumbó el bloque socialista europeo, quedando la isla sola y "rodeada de un mar de capitalismo".
A principios de este mes, el gobierno organizó la "marcha del medio millón de mujeres" en La Habana, a la que le han seguido otras multitudinarias manifestaciones en provincias de la isla.
Pero también las movilizaciones han provocado críticas de algunos cubanos, según ha reconocido el propio Castro quien ha revelado públicamente encuestas oficiales sobre lo que piensa la población del caso del niño naúfrago.
Las opiniones críticas, leídas por Castro, apuntan a los gastos que se destinan para trasladar a miles de personas, cuando el país está esforzándose por salir de una severa crisis económica y el transporte público es uno de los sectores más afectados.