KUALA LUMPUR.- Estados Unidos y Corea del Norte reanudaron hoy lunes en la capital de Malasia negociaciones sobre el control del programa misilístico de Pyongyang, incluyendo la exportación y la evaluación de las armas.
Las conversaciones, que se celebrarán durante tres días, según lo previsto, cubrirán una amplio rango de temas, que incluye la preocupación de Estados Unidos por la exportación de misiles por parte de Corea del Norte y la evaluación y el desarrollo de programas, según dijeron funcionarios estadounidenses.
Esta es la quinta vez desde 1996 que Estados Unidos y Corea del Norte se reúnen para discutir estos asuntos. El último encuentro se realizó en marzo de 1999 en Pyongyang.
La delegación estadounidense está encabezada por Robert Einhorn, secretario de Estado adjunto para la no-proliferación, mientras que los representantes de Corea del Norte son liderados por Jang Chang Chon, director general para asuntos estadounidenses del Ministerio de Relaciones Exteriores.
En breves declaraciones ante la prensa antes del inicio de la reunión en la embajada de Estados Unidos, Einhorn dijo que Washington hizo una amplia revisión de su política respecto de Corea del Norte durante los catorce meses desde las últimas conversaciones en marzo del año pasado.
Einhorn también destacó que en los últimos meses Corea del Norte expandió aparentemente sus contactos con el extranjero, como por ejemplo a través de la cumbre con Corea del Sur que se celebró el mes pasado y por el inminente ingreso al diálogo de seguridad del Foro Regional ASEAN previsto para este mes.
La reciente apertura proveyó una "telón de fondo positivo y prometedor" para las conversaciones en Kuala Lumpur, dijo Einhorn, y agregó que Estados Unidos confía que tendrán "discusiones constructivas" que ayudarán a mejorar la seguridad en el este de Asia.
El programa misilístico de Corea del Norte es un tema de preocupación para Estados Unidos y los países del este de Asia debido a los misiles balísticos de largo alcance que son capaces de hacer blanco en Corea del Sur y Japón.
Washington también teme que Corea del Norte venda armas y provea ayuda en programas de misiles nucleares a países en desarrollo como por ejemplo Pakistán.