MOSCU.- Las autoridades moscovitas han reforzado las medidas de seguridad en los principales edificios de Moscú por miedo a atentados, debido a la tensa situación en Chechenia y en las regiones fronterizas con esa república caucásica.
El alcalde de la capital rusa, Yuri Luzhkov, ordenó que se adopten medidas suplementarias de seguridad en los aeropuertos, hospitales, institutos académicos y en fábricas y ha desplegado equipos de rescate que están en situación de alerta, explicaron fuentes del ayuntamiento moscovita.
Además, se han asignado más guardias para vigilar los principales edificios administrativos y la policía está registrando a peatones y vehículos en las calles.
El servicio secreto interno ruso (FSB) ha advertido varias veces en los últimos días sobre posibles atentados en ciudades rusas, y pidió a los ciudadanos que estén en alerta, según la agencia de noticias rusa Interfax.
Estas advertencias se producen después de los atentados en ciudades chechenas, a principios de mes, que acabaron con la vida de 33 personas al servicio del gobierno ruso y de otras ocho el domingo pasado en una concurrida plaza de Vladikavkaz, la capital de Osetia del Norte.
El pasado septiembre, murieron en Moscú y otras ciudades rusas unas 300 personas en varios atentados perpetrados contra edificios de viviendas. Aunque las autoridades rusas acusaron a los chechenos de haber colocado las bombas, todavía no se han presentado pruebas concluyentes que lo confirmen.
También se han reforzado los controles en la frontera de Chechenia con la vecina Ingushetia, donde permanecen refugiados unos 150.000 chechenos.
Al principal control fronterizo con ese país arribaron hoy numerosos refugiados que huyen de Chechenia por temor a que los rebeldes hagan realidad sus recientes amenazas de acabar con las ciudades que los rusos controlan en la república caucásica, incluyendo la capital, Grozni.
Sin embargo, el Ejército ruso aseguró hoy que un grupo de rebeldes, unos 200 hombres a las órdenes del antiguo ministro de Seguridad checheno Turpal-Ali Atgeriyev, se ha declarado dispuesto a capitular y entregar sus armas.
La hasta ahora mayor unidad de chechenos -128 hombres- que se ha entregado lo hizo el pasado enero en la región de Staraja Sunsha tras intensas negociaciones.
Por otra parte, el Ejército ruso dio hoy a conocer las cifras oficiales de bajas desde el comienzo del conflicto en el norte del Cáucaso, anunciando que 2.493 soldados murieron y 7.282 fueron heridos.
