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Con respirador artificial prosigue Camp David 2000

Aun cuando el Presidente Clinton estuvo a punto de reconcoer el fracaso en la conferencia de paz, los líderes Yasser Arafat y Ehud Barak echaron pie atrás en su intransigencia y volvieron a la mesa de las negociaciones; a pesar de que ya declararon que por estos días no tratarán cosas de fondo.

20 de Julio de 2000 | 17:37 | Mauricio Campusano, El Mercurio Electrónico
SANTIAGO.- Los líderes del Medio Oriente continúan las negociaciones en Camp David, luego que en horas de la tarde de ayer el Presidente norteamericano, Bill Clinton, estuviera a punto de leer una declaración en la que reconocía el fracaso que significaba no poder llegar a un acuerdo que ponga fin a cinco décadas de conflicto entre israelíes y palestinos.

Clinton, quien se encuentra en estos momentos en Okinawa, Japón, asistiendo a la cumbre del G-8 (los países industrializados más ricos del mundo más Rusia), partió desalentado ayer desde Washington con la convicción de que su esfuerzo por conseguir la paz, no había tenido éxito.

No obstante, tanto Yasser Arafat como Ehud Barak dieron un golpe de efecto y ambos líderes decidieron proseguir las conversaciones, pero esta vez con la mediación de la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright.

Uno de los puntos más controversiales que ha destacado en las conversaciones de paz, radica en el estatus político que tendrá Jerusalén una vez que los árabes decidan declarar su estado autónomo, tal como lo establece el acuerdo de Sharm el-Sheij de septiembre de 1999. Por ello, y de acuerdo a voceros israelíes, el Premier judío habría ofrecido a Barak el control total del 90% de los territorios de Gaza y Cisjordania, a cambio de que las autoridades de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)se desistan de establecer Jerusalén como la capital de su estado.

En el transcurso de estos nueve días, la tónica general ha sido las recriminaciones mutuas entre Barak y Arafat, pues ambos se han tildado de "intransigentes e inflexibles" a la hora de tratar los temas de fondo. En este escenario la conferencia estuvo a punto de fracasar definitivamente el sábado último, cuando el líder árabe amenazó con retirarse de Camp David y emprender viaje de vuelta a Palestina. No obstante, la mediación de Clinton -quien se ha jugado todas sus cartas en esta empresa, a meses de terminar su mandato- logró que las negociaciones continuaran. Aun así, tres días después el Premier Ehud Barak denunció a través de una carta enviada a Clinton, la "mala fe y la actitud rígida de los palestinos, quienes fueron a negociar de manera rígida y sin querer hacer concesiones".

Con este ambiente de fondo, los sectores más radicales de ambos bandos en Oriente Medio comenzaron a presionar para que sus respectivos líderes abandonaran toda negociación. Los grupos terroristas islámicos como Hezbolá y Al Fahat ya plantearon que de no haber un acuerdo que satisfaga sus perspectivas, declararán la "Yihad" o Guerra Santa contra Israel; en tanto que Barak ha tenido que soportar la presión de los grupos políticos contrarios a su gestión, como la nueva propuesta del partido derechista Likud de adelantar las elecciones parlamentarias.

Así las cosas, Clinton estuvo a tan sólo minutos de extender "el certificado de defunción" a la cumbre Camp David 2000. Pero el convencimiento de los dos líderes involucrados de que si no se llega a acuerdo alguno podría tensionar y crear un espiral de violencia interminable en Oriente Medio, los hizo echar pie atrás y aparecer ante la comunidad internacional como llanos a negociar ante cualquier eventualidad...La vuelta de Clinton la próxima semana podría fortalecer este escenario o apagar por un buen tiempo la "pipa de la paz".
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