MONTEVIDEO.- El Presidente Jorge Batlle no pudo poner en funciones a una Comisión para la Paz que buscará soluciones al delicado tema de los desaparecidos por razones políticas, debido a que la central obrera postergó pronunciarse sobre su aceptación a su presidente honorario se incorpore.
El nudo del problema de la puesta en marcha de la comisión, que presidirá el Arzobispo de Montevideo, monseñor Nicolás Cotugno, es que el Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) discute, entre sectores radicales y más moderados de izquierda la conveniencia que José D'Elía, su presidente honorario se incorpore.
Tanto Batlle como Carlos Ramela, su principal negociador en el tema que intenta dilucidar definitivamente las secuelas de los desaparecidos por causas políticas durante la dictadura militar (1972-1984), han reiterado que las presencias de los miembros de esa Comisión para la Paz es a título personal.
Sin embargo, la central obrera lo que parece estar discutiendo es si la presencia de D''Elía significa la representación del movimiento sindical en estas cuestiones.
La central obrera, considerada el "brazo sindical" de la coalición izquierdista Frente Amplio, ha tenido activa acción en torno a los desaparecidos e incluso, denunció ante el juez español Baltasar Garzón a militares uruguayos, presuntamente vinculados a violaciones a los derechos humanos
La comisión concebida por Batlle tendrá hasta 120 días y eventualmente una prorroga para llegar a definir la cuestión de los desaparecidos.
Ramela, señaló a la prensa que aunque hubo algunos episodios "preocupantes" en estos días, aseguró que "la mayoría abrumadora de los uruguayos interpreta este sentir", de llegar a una solución.
La referencia de Ramela fueron al malestar que causaron en las fuerzas armadas las ofensas propaladas en contra de los militares por el cantor izquierdista José Carbajal en un programa de televisión.
Asimismo, se denunció que las organizaciones llamadas "hijos de Argentina y Uruguay", que incluye a descendientes de desaparecidos divulgaron por Internet direcciones y correos electrónicos de unidades militares uruguayas, a los que aparentemente se enviaron mensajes con insultos.