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Uso de Black Hawk nortemericanos en Colombia generó polémica

Después de un ataque rebelde en la región central del país, el portavoz del Departamento de Estado Phillip Reeker dijo que los helicópteros estadounidenses fueron usados por la policía antidrogas para socorrer a la población y agentes que habían sido atacados.

01 de Agosto de 2000 | 11:58 | AP
BOGOTA.- El pronunciamiento del Departamento de Estado norteamericano de que los helicópteros Black Hawk pueden ser utilizados con fines humanitarios, como el rescate de policías y soldados heridos en combate, puso punto final a una polémica sobre el alcance de los recursos donados a Colombia.

Después de un ataque rebelde en la región central del país, el portavoz del Departamento de Estado Phillip Reeker dijo que los helicópteros estadounidenses fueron usados por la policía antidrogas para socorrer a la población y agentes que habían sido atacados.

Explicó que el poblado atacado está en una zona de producción de amapola y que en las cercanías de encontraba el personal antinarcóticos. "Nuestra ley permite para estos casos el empleo de recursos que hemos donado, como en el caso de estos helicópteros", agregó.

La semana pasada se generó un intenso debate sobre si esas aeronaves estaban autorizadas para participar en operaciones contra la guerrilla o si su empleo era exclusivo para la lucha antidrogas.

La embajada estadounidense en Bogotá dijo que la decisión del uso de los helicópteros es responsabilidad de la policía colombiana.

Washington donó seis helicópteros Black Hawk para ser utilizados en el combate al narcotráfico. Sin embargo, la compleja realidad del conflicto local generó situaciones que obligaron a repensar el empleo de esos helicópteros.

El ex consejero de seguridad nacional colombiano Armando Borrero dijo que es muy difícil definir que es una operación antidrogas o una contra la guerrilla, cuando muchas veces los rebeldes y las narcocultivos están presentes en la mismas zonas.

"La policía, por ejemplo, es atacada cuando fumiga o asalta laboratorios para destruirlos, entonces eso implica un combate militar con la guerrilla y eso es fácilmente conectable con el narcotráfico, independientemente si esa guerrilla está ahí por causa del narcotráfico o no", señaló.

El mayor Héctor Montenegro, uno de los 24 pilotos de Black Hawk, dijo a la AP que no tienen restricciones sobre el uso de las aeronaves en cuanto a rescate y apoyo a tropas en tierra, pero aclaró que la Dirección Nacional de la Policía es la encargada de dictar el contenido de las operaciones.

El oficial se encuentra por el momento asignado al Comando de Policía de Popayán, una ciudad a 370 kilómetros al suroeste de Bogotá, desde donde salen misiones que fumigan los cultivos de amapolas y coca, para evitar que en el futuro se conviertan en heroína y cocaína.

"El Black Hawk es una máquina diseñada para volar en altura, que es lo que necesitamos en el país, por las cordilleras con que contamos y las zonas donde se lleva a cabo las siembras de amapola", asegura Montenegro.

Justamente la posibilidad de esta aeronave para volar a más de 3.000 metros de altura es un factor que se ha vuelto clave en estos últimos días.

El director de la Policía Nacional, general Luis Ernesto Gilibert, afirmó el lunes a periodistas "que las estaciones de policía que están sobre los 2.000 metros de altura están siendo atacadas", debido a que su ubicación dificulta el auxilio por aire de helicópteros convencionales.