CARACAS.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, partió el domingo en una gira sin precedentes que lo llevará a diez países miembros de la OPEP, para promover su plan de ser sede de la primera cumbre del cartel en 25 años.
Chávez, un ex paracaidista que obtuvo la reelección en los comicios generales celebrados el domingo pasado, comienza su gira en la potencia petrolera Arabia Saudita y la finalizará ocho días después en Argelia, en una misión que abarca Oriente Medio, Asia y Africa.
La gira hará que Chávez, que insiste en que los actuales precios del crudo "no son altos, sino justos", se convierta en el primer mandatario electo que visita Irak desde la Guerra del Golfo de 1991.
Chávez dijo el domingo, poco antes de partir, que el propósito es "discutir ya cara a cara con todos los jefes de Estado de los países de la OPEP la importancia de que la cumbre de la OPEP" sea celebrada en Caracas a fines del próximo mes.
Fundada en 1960, la Organización de Países Exportadores de Petróleo realiza reuniones regulares de sus ministros de petróleo en Viena, la capital austríaca, para decidir sobre las cuotas de producción.
Sin embargo, su primera y única cumbre de jefes de Estado se llevó a cabo en Argel en 1975.
Chávez, un defensor de los severos recortes de las exportaciones petroleras que originaron una fuerte alza en los precios del producto, ha dicho que quiere que el grupo dominado por los árabes, que controla dos tercios de las reservas petroleras del mundo, asuma un papel político mayor.
"La voluntad política es la que tiene que regir. Por eso propusimos una reunión de la OPEP en Caracas", dijo a corresponsales extranjeros la semana pasada.
El presidente venezolano tiene previsto extender personalmente una invitación para la reunión de septiembre a todos los líderes del cartel, entre ellos Saddam Hussein, de Irak, y Muammarr Gaddafi, de Libia.
Chávez, que también ha forjado una amistad cercana con el presidente cubano Fidel Castro y expresado su admiración por China, insiste en que las naciones más pobres necesitan unirse para desafiar el poder de las naciones industrializados.
"No tenemos otra alternativa que unirnos o nos traga la globalizacion", subrayó la semana pasada.