MOSCU.- El comandante en jefe de la Armada rusa, almirante Vladímir Kuroyédov, anunció hoy que Moscú ha aceptado la ayuda británica para salvar a la tripulación del submarino "Kursk", hundido en aguas árticas desde el pasado sábado.
Pero la embajada del Reino Unido en Moscú informó a EFE media hora más tarde de que todavía "no se ha recibido ninguna petición oficial" de asistencia para salvar el sumergible.
En Londres, un portavoz de Defensa citado por la agencia oficial rusa Itar-Tass dijo que "la solicitud se espera de un momento a otro".
El anuncio de Kuroyédov, también distribuido por Itar-Tass, siguió en pocos minutos a unas declaraciones del presidente Vladímir Putin en las que informó de que la situación a bordo es "crítica", pero que "se está haciendo todo lo que se puede hacer".
Kuroyédov comunicó que en el rescate participarán "equipos de salvamento y especialistas de la Armada de Gran Bretaña".
Después de consultas preliminares, los socorristas británicos ya han volado a Noruega desde donde comenzarán la operación para rescatar a los tripulantes del "Kursk", dijo.
Mientras, el viceprimer ministro Iliá Klebánov anunció que el "Kursk" tiene oxígeno hasta el próximo día 25, una semana más de lo que se creía.
Se amplió así del 18 al 25 el plazo máximo de reservas de aire para los tripulantes, pero Klebánov admitió que se habían dejado de recibir "señales de vida" del sumergible.
Klebánov, presidente de la comisión especial para investigar las causas del siniestro del "Kursk", pidió de todas formas que no se perdieran las esperanzas.
Horas antes del anuncio de aceptación de la ayuda exterior, al quinto día del siniestro y en medio de fuertes críticas de la opinión pública rusa ante la resistencia oficial al ofrecimiento de varios países, un equipo de rescate británico salió de Escocia.
A bordo de un "Antonov-12" que despegó de la base de Prestwick iba un minisubmarino de la clase LR5 y todo lo necesario para el rescate del "Kursk".