QUITO.- El Tribunal Constitucional (TC) de Ecuador ordenó el martes que el Congreso nacional reinstale una sesión que había sido interrumpida el pasado 1 de agosto para elegir a su autoridades para el período 2000-2003.
El TC, que debía decidir si era legal o no la elección de la diputada independiente Susana González como presidenta del Congreso, determinó que corresponderá al Legislativo solucionar la crisis "en función de su independencia y autonomía", según el magistrado Carlos Helou.
De su lado, el presidente del TC, René de la Torre, en una agitada rueda de prensa se limitó a informar que el plenario negó un informe de mayoría que reconocía a González y uno de minoría que consideraba su designación como ilegal.
De la Torre informó que ante la situación creada, el plenario había elaborado "un informe sustituto" que fue acogido por cinco de los nueve magistrados que integran ese órgano, mientras que los cuatro restantes habían salvado el voto.
"En acatamiento de lo que señala el artículo primero de ley de control constitucional se dispone que el Congreso, sujeto al mandato constitucional, reinstale la sesión que fue suspendida del 1 de agosto del año 2000", dijo de la Torre.
Ante un cúmulo de preguntas sobre a quién correspondería reinstalar la sesión legislativa interrumpida el 1 de agosto, de la Torre observó que ese no era un problema del TC, sino que era el Parlamento, de 123 curules, el que debía hacerlo dentro de los canones constitucionales.
Tampoco quiso pronunciarse sobre si era legal o no la elección de González e insistió en que le corresponderá al órgano unicameral dilucidar.
Dijo que "no quiero hacer ningún comentario sobre la elección (de González)" y que "corresponde al Congreso dar aplicación a esta resolución".
El Legislativo interrumpió la sesión del 1 de agosto, luego de que el presidente de la corporación, Juan José Pons, del partido Democracia Popular (DP, democristiano) fuera interpelado por el roldosista Victor Hugo Sicouret y se viera obligado a abandonar la dirección de la sesión.
En ese momento, el profesor Carlos Falquez, vicepresidente del Parlamento, y perteneciente al Partido Socialcristiano (PSC, derecha), asumió la presidencia y llamó a elecciones para integrar la mesa directiva de la corporación.
En una primera votación, fracasó por falta de mayoría de votos la candidatura del diputado socialcristiano Xavier Neira, quien obtuvo 40 votos.
El artículo 129 de la Constitución establece que a un diputado del PSC le corresponde ocupar la presidencia legislativa por ser la segunda fuerza política del país, de acuerdo a los comicios de mayo de 1998.
Falquez se vio obligado a clausurar la sesión ante algunos incidentes que se produjeron, situación que aprovecharon los sectores de izquierda, centroizquierda, populistas e indígenas para que Nina Pacari, del movimiento indígena Pachakutik (independiente) asumiera la dirección intempestivamente de la corporación.
Los diputados socialcristianos, que habían abandonado el recinto, al percatarse de que Pacari encabezaba una nueva mayoría que recién se había formado, intentaron en vano retornar al hemiciclo, donde se produjo un corte de la energía electrica y se suspendieron otros servicios como el telefónico.
El hecho desencadenó una trifulca donde hubo agresiones físicas y verbales.
Al final, González fue elegida por 66 votos de la nueva mayoría integrada por un sector de la Democracia Popular, la Izquierda Democrática (ID, socialdemócrata), el Partido Roldosista (PRE, populista), Pachakutik. y el Partido socialista.
Frente a estos acontecimientos el PSC desconoció a González, declaró anticonstitucional su elección e insiste en que le corresponde la presidencia de esa colectividad.
El gobierno del presidente Gustavo Noboa se ha mantenido al margen tras desconocer a los dos bloques en disputa.
