BRASILIA.- Los 12 presidentes sudamericanos se reúnen hoy en esta capital en un audaz intento de integración regional que podría ayudarles a superar los graves problemas económicos de algunos y las complicaciones políticas de otros.
Sin embargo, ninguno sobrelleva las dificultades que acosan a Colombia, desgarrada por una virtual y cruenta guerra civil, en la que participan las fuerzas armadas, las organizaciones guerrilleras izquierdistas y grupos armados paramilitares.
Los puntos de coincidencia a que lleguen los presidentes quedarán estampados en el Comunicado de Brasilia que se dará a conocer al mediodía de mañana, cuando finalice el encuentro.
La cumbre se inicia formalmente a las 19.00 horas (22.00 GMT) con un mensaje del Presidente anfitrión Fernando Henrique Cardoso. Pero los presidentes celebrarán una reunión a puertas cerradas una hora antes, para acordar los últimos detalles del documento conjunto.
Asisten al encuentro, que Cardoso calificó ayer de "histórico", los presidentes Fernando de la Rúa (Argentina), Hugo Banzer (Bolivia), Ricardo Lagos (Chile), Andrés Pastrana (Colombia), Gustavo Noboa (Ecuador), Bharrat Jagdeo (Guyana), Luis González Macchi (Paraguay), Alberto Fujimori (Perú), Runaldo Ronald Venetiaan (Suriname), Jorge Batlle (Uruguay) y Hugo Chávez (Venezuela).
La delicada situación de Colombia tiene como permanente trasfondo un narcotráfico de enormes proporciones, que mantiene en vilo a los Estados Unidos, principal consumidor de la cocaína colombiana, y a los países sudamericanos vecinos.
Uno de los cinco puntos de la agenda propuesta por Brasil es el combate contra el narcotráfico y delitos conexos. Este país ya dispuso el refuerzo de la vigilancia militar y policial en su extensa frontera de 1.500 kilómetros con Colombia.
Se espera que la declaración final otorgará un firme respaldo al gobierno del presidente Pastrana, quien será objeto aquí de especiales medidas de seguridad.
Ayer, el Presidente norteamericano Bill Clinton, en su breve visita a Cartagena de Indias para lanzar el llamado Plan Colombia -que su país dotó con 1.300 millones de dólares de ayuda militar y económica-, intentó tranquilizar a Brasil, Venezuela, Ecuador y Perú por el posible desborde a sus territorios del narcotráfico, como consecuencia de su mayor represión en Colombia.
Sostuvo que aunque esos temores no son infundados, los Estados Unidos están dispuestos a asistirlos en semejante eventualidad.
Se advierte generalizada renuencia sudamericana a involucrarse militarmente en Colombia, aunque todos los países de la región han ofrecido a Pastrana variada asistencia económica y técnica.
El más abierto adversario de una solución militar a la situación colombiana fue el Presidente venezolano Chávez, quien ayer advirtió sobre el riesgo de un nuevo Vietnam en la región.
Los otros tópicos de la agenda se refieren a la consolidación democrática en América del Sur y a una adecuada infraestructura para la integración económica y técnica de la región.
Cardoso expresó recientemente su esperanza de que la reunión sirva para poner en marcha un proceso de convergencia entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comunidad Andina, con la participación de Guyana y Suriname.
Forman el Mercosur la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Chile y Bolivia en proceso de integración. La Comunidad Andina está integrada Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.
Este virtual bloque sudamericano, que Brasil aspira a liderar, serviría para una negociación en mejores condiciones con el Tratado de Comercio de América del Norte (TLC), que forman los Estados Unidos, México y Canadá, y con la Unión Europea.
La pertenencia de México al TLC y su creciente integración económica con los Estados Unidos, motivaron la decisión de Cardoso de no invitar a ese país al encuentro cumbre. Pero el presidente electo Vicente Fox envió como observador a Jorge Castañeda, su probable futuro canciller.
