DILI, Timor Oriental.- Fuerzas de paz de Naciones Unidas llegaron hoy a Indonesia procedentes de Timor Oriental para desalojar a personal de asistencia de la organización multinacional, luego que una turba atacó la oficina de la ONU y mató a tres de sus miembros, dijo un portavoz de las fuerzas de paz.
El coronel del ejército noruego Brynar Nymo dijo que cuatro helicópteros de la población de Suai en Timor Oriental volaron a Atambua, Timor Oriental, donde una enardecida muchedumbre y milicianos indonesios atacaron y quemaron la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Los cuatro helicópteros, dos de los cuales estaban armados, lograron desalojar a 54 personas de la población fronteriza timorense oriental de Balibo, dijo.
Nymo dijo que la misión tuvo el permiso del gobierno y el ejército de Indonesia, que fueron acusados de no actuar para detener el derramamiento de sangre.
Unas horas más tarde, milicianos pro-indonesios y sus simpatizantes penetraron en la oficina de la ACNUR en Arambua. Los testigos dijeron que los milicianos mataron a golpes a los trabajadores de la ONU y quemaron sus cuerpos en la calle.
Se trata de los primeros civiles de la ONU asesinados en Timor. Dos soldados de la fuerza de paz murieron en enfrentamientos con infiltrados de las milicias en este territorio recientemente.
El edificio de la ONU fue incendiado por la multitud, enfurecida por la muerte ayer de un prominente líder miliciano.
No se dieron a conocer de inmediato las nacionalidades de las víctimas. Varios miembros extranjeros del personal de la ONU escaparon y uno está gravemente herido, informó la policía.
La violencia sin precedentes de hoy coincide con la asistencia del Presidente indonesio Abdurrahman Wahid a la Cumbre del Milenio, en la sede de la ONU en Nueva York. Estas muertes probablemente empañarán la imagen de Wahid en el exterior.
Wahid no ha logrado dominar a los elementos más violentos del ejército indonesio, acusados de fomentar la violencia en Timor y otros sitios en esfuerzo aparente por impedir sus reformas democráticas.
