BELGRADO.- El atribulado hombre fuerte yugoslavo, Slobodan Milosevic, enfrenta este fin de semana el mayor desafío en sus 13 años de mandato, cuando intente superar su desventaja para las elecciones presidenciales.
El veterano hombre fuerte, acusado de supuestos crímenes de guerra por un tribunal de la ONU, convocó a elecciones adelantadas este año, confiado en que lo confirmarían en el poder y así evitar ser arrestado.
No obstante, el principal candidato de la oposición, Vojislav Kostunica, ha aparecido regularmente al frente de las encuestas, superando a Milosevic con una ventaja de entre seis y 20 puntos porcentuales.
Más de 7,4 millones de serbios, y unos 400.000 montenegrinos en la hermana república de Serbia, son elegibles para votar.
Sin embargo, la pequeña república costera de Montenegro, que tiene una dirigencia que simpatiza con Occidente y que ha intentado distanciarse de Belgrado, ha declarado un boicot a las elecciones, aunque ha prometido no bloquear a quienquiera participar.
Habrá elecciones también en Kosovo, aunque los comicios en ese territorio no están reconocidos por Naciones Unidas, que en la actualidad controla la provincia sureña y donde se ha descartado un fraude.
La oposición teme que las autoridades usarán las votaciones, que se cree serán ignoradas por la mayoría albanesa, para impulsar el total dominio serbio.
Se espera que los recintos electorales abran a las 07.00 hora local (05.00 GMT). y cierren a las 20.00 hora local (18.00 GMT).
No está claro cuándo serán anunciados los resultados oficiales. La oposición dice que espera contar con resultados provisionales confiables para la medianoche local (22.00 GMT).
Autoridades responden con acusaciones y nuevas leyes
Las autoridades han respondido el desafío sin precedentes de la oposición con una serie de acusaciones y nuevas regulaciones, vistas por la oposición y analistas del exterior como un intento de asustar a los electores o persuadirlos a no votar en su contra.
El jueves, el ejército de Yugoslavia, haciéndose eco de las advertencias gubernamentales, dijo que Occidente planeaba sabotear las elecciones, lo que alimentó los temores de una represión si la oposición reclama victoria.
Posteriormente, ese mismo día, el Primer Ministro Momir Bulatovic, un aliado de Milosevic, dijo que bajo la constitución, el Presidente está comprometido a cumplir con su mandato pleno, que debe finalizar en julio de 2001, cualquiera que sea el resultado de las elecciones.
La Unión Europea exige explicaciones
El conglomerado europeo pidió el sábado una explicación a Yugoslavia sobre la expulsión de varios periodistas extranjeros antes de las elecciones del domingo.
La petición fue transmitida por Suecia, que actúa en nombre de la presidencia de la UE en Belgrado, a un alto cargo del ministerio de Exteriores yugoslavo en una reunión con diplomáticos extranjeros en la capital yugoslava.
"Estamos preocupados", sentenció diplomático sueco. Fuentes de la cancillería yugoslava prometieron dar una repuesta el lunes, el día después de los comicios, dijo.
Mientras tanto, el Presidente montenegrino Milo Djukanovic condenó el sábado los planes del ejército de Yugoslavia de custodiar los centros electorales en Montenegro, diciendo que es parte de una estrategia de Belgrado para amañar las elecciones del domingo.
"Es obvio que la intención (de Milosevic) es estar respaldado en los centros electorales por la autoridad y temor que causa la policía militar", dijo Djukanovic.