PANAMA.- La presidenta Mireya Moscoso dijo que en un plazo de 12 días habrá decidido si le concede o no asilo al ex jefe de inteligencia de Perú, Vladimiro Montesinos, refugiado en Panamá desde el pasado domingo.
"Todavía estamos estudiando la solicitud de asilo ... dentro de doce días máximo vamos a buscarle ya la solución2, dijo Moscoso durante un recorrido por la provincia de Herrera en el interior del país.
Moscoso agregó que ayer se comunicó con el secretario de la Organización de LOS Estados Americanos (OEA), César Gaviria, y le informó que "todavía no habíamos tomado una decisión".
En tanto, en la capital, un grupo de derechos humanos peruanos se reunió ayer con congresistas y el Defensor del Pueblo Italo Antinori para ponerlos al tanto sobre las denuncias de violación a los derechos humanos que pesan sobre el ex jefe de inteligencia peruano.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú hizo un llamado al gobierno a que "tome en cuenta las graves acusaciones sobre violación a los derechos humanos" que pesan sobre Montesinos y que se abstenga de otorgarle asilo político.
El ex asesor del presidente Alberto Fujimori salió furtivamente hacia Panamá cuando se intensificaban las demandas de los opositores en su país para que fuera arrestado y enjuiciado, luego de la difusión de una filmación en la que aparece supuestamente sobornando a un diputado.
El gobierno ha dicho que accedió a refugiar a Montesinos para evitar un derramamiento de sangre en Perú y contribuir al apaciguamiento de la crisis política en ese país andino.
Las autoridades panameñas dijeron anteriormente que su gobierno había aceptado recibir a Montesinos ante el pedido de varios gobiernos latinoamericanos, que afirmaron que si no lo hacía habría un golpe de estado en Perú.
Pero las versiones de un golpe de estado en Perú fueron desestimadas hoy por el presidente de Consejo de Ministros, Federico Salas.
La decisión panameña de acoger a Montesinos, mientras analiza si le concede o no asilo, fue respaldada por los mandatarios de Colombia, Chile, Brasil, México. La cancillería ha dicho que también cuenta con el beneplácito del gobierno estadounidense y la OEA.
