JERUSALEN/WASHINGTON.- Israel y los palestinos aceptaron en principio acudir a una reunión cumbre en Egipto para poner fin a la violencia en Medio Oriente.
Tanto el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, como el primer ministro israelí, Ehud Barak, confirmaron que asistirán al encuentro de este lunes en el balneario egipcio de Sharm el Sheij, dijo hoy el presidente egipcio, Hosni Mubarak.
La reunión -a la que también asistiría el jefe de Estado norteamericano, Bill Clinton- tendrá como objetivo detener los enfrentamientos que sacuden la región hace dos semanas, agravados tras los bombardeos israelíes en Gaza y Cisjordania, y evaluar si queda margen para reanudar el maltrecho proceso de paz de Medio Oriente.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló hoy que Arafat aceptó acudir a la cumbre. "Tuve una conversación con el presidente Arafat esta mañana... Ha dicho que estará allí", afirmó el funcionario en Jerusalén. También el portavoz de Arafat, Nabil Abu Rudeineh, confirmó su prensencia desde Gaza.
En el mismo sentido se pronunció hoy desde Biarritz -donde tiene lugar la Cumbre de la UE- el presidente francés, Jacques Chirac, quien señaló que Arafat está dispuesto a reunirse con Barak.
Los palestinos recibieron con beneplácito la realización de la cumbre, pero exigieron, al igual que Egipto, el previo cese absoluto del fuego por parte de los israelíes.
Desde Washington, Clinton habló hoy en un breve discurso televisado y dio a entender que estará presente en Sharm el Sheij. Señaló que lo importante es detener la violencia.
El mandatario se manifestó contento por la reunión y expresó su esperanza de que ambas partes cesen los ataques mientras tanto. El objetivo principal es reinstaurar la seguridad en la región y crear un mecanismo para conocer las causas de la erupción de las hostilidades para poder evitarlas en el futuro, añadió.
El presidente advirtió que no debe haber grandes expectativas porque el camino es difícil, pero que debe hallarse una forma de reanudar el diálogo de paz.
El anuncio de la cumbre marca el resultado de intensos esfuerzos diplomáticos por acabar con la escalada de la violencia, que se inició hace 16 días y ha causado 100 muertes, la mayoría palestinos, y heridas a más de 2.000 personas.
El ministro israelí del Exterior en funciones, Shlomo Ben-Ami, expresó que "si es cierto que los palestinos aceptaron acudir a la reunión sin precondiciones, entonces Israel está dispuesto a participar".
Sin embargo, el portavoz de Barak, Najman Shai, afirmó a la Agencia Alemana de Prensa (dpa) que Israel no ha recibido aún una invitación oficial, por lo que no hay una confirmación total de la presencia del primer ministro israelí.
Annan dijo que el "sí" de Arafat fue "sin condiciones". Sin embargo, el ministro palestino de Planeamiento, Nabil Shaath, aseguró que el líder de la ANP aceptó ir "luego de asegurarse de que habrá un completo cese del fuego de la parte israelí contra el pueblo palestino".
Shaath y el ministro palestino de Información, Yassir Abed Rabbo, aseguraron que Israel aceptó la formación de una comisión internacional que investigue el origen de la violencia, algo que fue desmentido por Shai como "totalmente falso".
Previamente, Arafat había puesto varias condiciones para el diálogo, incluyendo la retirada de las fuerzas de Israel de las localidades palestinas y la formación de la comisión internacional.
Barak, a su vez, rechazó cualquier tipo de requisitos y afirmó en la televisión israelí anoche que no quiere "premiar" la violencia aceptando condicionamientos porque ello podría sentar un precedente que genere más violencia en futuras negociaciones.
Según fuentes egipcias estarán presentes en la cumbre asimismo el rey Abdullah de Jordania, el primer ministro español, José María Aznar, los ministros de Relaciones Exteriores de Francia -que este semestre preside la Unión Europea- y de Rusia y el español Javier Solana, responsable de Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea.