CARACAS.- Los trabajadores petroleros llegaron hoy a un acuerdo con el gobierno y dijeron que levantaron el paro que realizaban desde el miércoles y que estaba ya causando una escasez de gasolina en algunas regiones del país.
El acuerdo fue alcanzado tras una maratónica reunión entre la ministro de Trabajo, Blancanieves Portocarrero, y representantes del monopolio estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA)y los trabajadores, quienes desde el miércoles demandaban a la petrolera un incremento salarial de 6.000 bolívares (unos 8,68 dólares) diarios.
Carlos Ortega, presidente de la Federación de Trabajadores Petroleros (Fedepetrol), afirmó que la medida de fuerza quedaba levantada después de que el gobierno se comprometió a elevar los salarios de los trabajadores en 5.000 bolívares (unos 7,23 dólares) diarios y una bonificación única de unos 3.600 dólares a la firma de la nueva convención colectiva y otros 1.000 bolívares en febrero, entre otros beneficios.
"En virtud de este acuerdo, llamamos a todos los trabajadores a que se reincorporen inmediatamente a sus labores habituales", indicó.
Ortega expresó que los trabajadores no estaban del todo satisfechos con los beneficios alcanzados "luego de meses de arduas y en muchos momentos amargas negociaciones" que desembocaron en una paralización de cuatro días de la industria petrolera venezolana, pero "nos congratulamos que no cedimos a las presiones y no cedimos en aquellos puntos que los trabajadores considerábamos un punto de honor como fue el monto del incremento salarial".
El conflicto laboral se inició el miércoles, cuando el PDVSA presentó una oferta de incremento salarial de 2.247 bolívares (unos 3,25 dólares) diarios, unos 3.753 bolívares menos de la cifra que demandaban los trabajadores.
La petrolera argumentaba que de ceder a esa exigencia salarial sus gastos sufrirían un incremento de 2 billones de bolívares (unos 2.894 millones de dólares) durante dos años, casi el doble del actual costo del convenio laboral, lo cual afectaría el equilibrio contable de la compañía y los obligaría a disminuir los gastos de inversión.
Los trabajadores petroleros, por su parte, alegaban que su demanda era justa puesto que no habían tenido un incremento salarial en casi tres años y responsabilizaban al gobierno por el estancamiento de las negociaciones del nuevo convenio laboral, que reemplazará al actual que expiró en noviembre.
En PDVSA laboran unas 40.000 personas, de las cuales unas 20.000 trabajan de forma directa, y otras 20.000 a través de empresas contratistas.
Aproximadamente de 80% a 90% de la fuerza laboral de la petrolera acató la convocatoria de huelga, lo cual sumió en el caos al estado Zulia, corazón de la industria petrolera venezolana, debido a las compras nerviosas y la evidente escasez de gasolina después de cuarto día la huelga general. Desde la madrugada del jueves no se surtían las estaciones de servicios.
Voceros de PDVSA, no obstante, aseguraron en todo momento que la paralización no tuvo un impacto importante en la producción, distribución y exportación de crudos y derivados venezolanos.
El Presidente Hugo Chávez, quien enfrentó su primera gran huelga de trabajadores después de 20 meses en el poder, rompió el viernes el silencio al manifestar que estaba dispuesto a negociar cara a cara con los trabajadores petroleros para concluir la huelga, pero advirtió que no conversaría con los líderes sindicales tradicionales que convocaron el paro, a los que acusó de "bandidos".
Pese a la encendida retórica presidencial, las negociaciones continuaron este sábado y las partes acabaron por llegar a un acuerdo.
Este conflicto laboral ocurre en medio de un enfrentamiento entre el gobierno y las principales organizaciones sindicales del país, luego que la Asamblea Nacional decidió convocar el martes a un referendo para diciembre con el objeto de unificar los sindicatos nacionales.
