BOGOTA.- Al menos dos militares colombianos resultaron heridos durante un combate con guerrilleros de las FARC en una zona rural del departamento de Putumayo (sur), sitiado desde hace un mes por los rebeldes y los paramilitares derechistas, informaron medios de prensa.
Los enfrentamientos, que continuaban la noche del miércoles, se libran en desarrollo de una ofensiva desplegada por unidades de élite de la XXIV Brigada del Ejército contra varias columnas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas), que también combaten con los paramilitares.
En las operaciones castrenses, que se desarrollan en los caseríos de Puerto Vega y La Dorada (fronterizos con Ecuador), participan unos 300 soldados, dijo desde el lugar de los choques un reportero de la cadena televisiva Caracol.
Según ese informe, la acción de la fuerza pública busca recuperar los municipios tomados por los insurgentes y los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, extrema derecha), los cuales son escenario de feroces choques entre ambos bandos.
Estos enfrentamientos, cuyo resultado se desconoce, comenzaron después de que las FARC decretaron un "paro armado" en Putumayo, que incluye el bloqueo de las vías de acceso y un intenso patrullaje de ese grupo en las zonas rurales, que es resistido por los paramilitares.
De acuerdo con Caracol, cerca de 300 familias de Puerto Vega y La Dorada, próximos al municipio de Puerto Asís, debieron abandonar sus viviendas y refugiarse en el monte o las localidades vecinas a raíz de los combates entre el Ejército y las FARC, la mayor guerrilla del país.
Algunos de los desplazados dijeron a la cadena que las FARC les habían advertido de que debían salir de sus pueblos una vez ingresaran los militares.
Las autoridades aseguran que en Putumayo se cultiva el 50% de la hoja de coca -la materia prima de la cocaína-, que se produce en Colombia.
El paro armado decretado por las FARC y los choques que éstas libran con los paramilitares mantienen aislado al departamento, han provocado un desabastecimiento de víveres, medicinas y combustibles, y un éxodo de unas 4.000 personas hacia Ecuador y otras regiones colombianas.