MURMANSK.- La operación para el rescate de los cuerpos de los 118 marinos del submarino nuclear ruso "Kursk" consiguió hoy su primer éxito, al perforar los buzos la primera "ventana" en el casco del sumergible, hundido en el Artico.
Tras más de treinta horas de trabajo en el fondo del mar de Barents, donde el "Kursk" se encuentra a 107 metros de profundidad, buzos rusos y noruegos hicieron un pequeño agujero con un diámetro de sólo diez centímetros.
Pruebas de agua tomadas a través del agujero en el interior del submarino y analizadas a bordo de la plataforma de rescate "Regalia" demostraron que no hay contaminación radiactiva ni presencia de combustibles y lubricantes que pudieran dificultar el rescate.
Los submarinistas, que descienden desde la "Regalia" en una campana especial en turnos de tres (dos rusos y uno noruego), procedieron a ampliar la primera "ventana" para poder penetrar en el interior del navío y buscar los restos, informó la Flota del Norte.
El parte precisó que el primer agujero se hizo en el octavo de los nueve compartimentos que tiene el "Kursk", próximo a la popa, y alertó que en la zona del naufragio se está desatando una tormenta que dificulta los trabajos de rescate.
Según la Armada rusa, en el mejor de los casos los buzos penetrarán en el "Kursk" el próximo martes, debido a la dificultad de los trabajos subacuáticos en el durísimo casco del submarino.
Portavoces navales advierten de que a bordo difícilmente podrán ser hallados los restos de más de la tercera parte de la dotación, pues la explosión que hundió en agosto pasado el navío mató en el instante a un 70 por ciento de los marinos y destruyó sus cuerpos.
