DOHA.- La novena cumbre de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) terminó hoy en Doha con una resolución contra Israel y en apoyo de la causa palestina.
La resolución invita a los 56 estados miembros "a detener todo proceso de normalización" en las relaciones con Israel, e inclusive a romper vínculos con los países que trasladen sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén, lo que implica un reconocimiento del derecho israelí sobre la ciudad, cuya parte oriental los palestinos reclaman como capital de un futuro Estado independiente.
El encuentro finalizó un día antes de lo previsto, tras la partida de las delegaciones siria y egipcia y una discusión entre las delegaciones siria y palestina. Los detalles del intercambio no fueron divulgados.
El líder palestino, Yassir Arafat, recibió con satisfacción el apoyo recibido por parte de Irán, que ejerció especial presión para que fuera aprobada la resolución condenatoria a Israel.
"Necesitamos el apoyo de nuestros hermanos musulmanes, pero también pedimos a las Naciones Unidas y a la Unión Europea que ayuden a restablecer la situación", agregó.
Por su parte, el presidente iraní, Mohammad Jatami, garantizó a Arafat su apoyo y señaló que "ningún poder en el mundo puede privar a una nación de su identidad".
"Cada herida causada a los palestinos es una herida causada a todo el mundo musulmán", dijo Jatami a Arafat.
El presidente iraní también se mostró a favor de legitimar la "resistencia" encarnada en grupos paramilitares anti-israelíes como Hizbollah o Hamas.
Irán ha sido acusado por las Naciones Unidas e Israel de patrocinar el terrorismo con su apoyo a estas organizaciones. Teherán rechazó reiteradamente estas acusaciones.
