WASHINGTON.- Un mes después de las elecciones, el vicepresidente Al Gore pidió este jueves a la Corte Suprema de Florida que ordene un nuevo recuento manual de los votos en disputa, mientras que su rival republicano George W. Bush espera que los jueces pongan punto final a la contienda por la Casa Blanca.
La Corte Suprema estatal concederá esta mañana media hora a cada equipo legal para exponer sus argumentos. Gore desea la derogación de un fallo que convalidó la certificación de la victoria de Bush. El gobernador de Texas quiere que sea confirmada.
La corte está consciente de que el tiempo apremia, ya que el 12 de diciembre vence el plazo para elegir a los delegados que votarán en el Colegio Electoral seis días después. El lunes, el juez del condado León N. Sanders Sauls rechazó la petición de Gore para que anulara la certificación de Bush y ordenara un nuevo recuento manual de los votos en disputa.
Por otra parte, la Corte Suprema estatal debe aclarar el fallo que emitió hace un mes para explicar en qué fundó su orden de prolongar el plazo para efectuar los recuentos. La aclaración fue ordenada por la Corte Suprema federal. Bush se encuentra en Texas, Gore en Washington, y sus abogados se disputan los 25 votos electorales de Florida, que en estas elecciones son decisivos para determinar el ganador, que prestará juramento el 20 de enero.
Por otra parte, el plan para convocar una reunión especial de la legislatura de Florida fue criticado por los demócratas. "Lo único que falta en la convocatoria es el matasellos de Austin, Texas", denunció la representante Lois Frankel, líder de los demócratas en cámara baja estatal, en referencia a los asesores de Bush. Frankel dijo hoy jueves a la cadena de televisión NBC que "realmente me apena decir que la legislatura ha pasado a ser el brazo político de la campaña de Bush. Están empeñados en lograr que George Bush gane por encima de todo".
El presidente de la Cámara estatal, Tom Feeney y el presidente del Senado, John McKay, dijeron que actuaron para preservar el derecho estatal de que sean contados los votos de sus delegados en el Colegio Electoral cuando sea efectuada la votación el 18 de diciembre, e insistió que no fue presionado por la campaña de Bush. "Nuestra única responsabilidad será presentar una tanda de delegados completamente limpia y asegurar que los 25 votos electorales de Florida cuentan en estas elecciones, sin importar por quién votan", dijo McKay en una conferencia de prensa.
El líder de la mayoría en la Cámara estatal, Mike Fasano, dijo en favor de Bush que es "una póliza de seguros para el pueblo de la Florida". "Esta es la última oportunidad de que sea emitido un fallo legal en este caso", afirmaron los abogados de Gore al presentar ayer sus argumentos escritos a la Corte Suprema de la Florida en la capital de ese estado, Tallahassee.
Bush acudió a esa corte armado con una sólida ventaja, ya que fue certificado ganador con una diferencia de 537 votos y se adjudicó los 25 votos electorales de la Florida. "Al parecer todas las demandas judiciales ante tribunales diferentes están llegando a su fin y espero que el caso quede concluido en breve", dijo ayer el gobernador de Texas.