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Gobierno ecuatoriano e indígenas retoman diálogo social

El líder indígena Antonio Vargas informó que las conversaciones proseguiría durante esta mañana, luego de consultar a los dirigentes de las comunidades de aborígenes sobre un documento elaborado con el gobierno este martes.

07 de Febrero de 2001 | 10:20 | Agencias
QUITO.- Los indígenas ecuatorianos y el gobierno del Presidente Gustavo Noboa continuarán este miércoles el diálogo para encontrar una salida a la crisis que vive el país a raíz de un levantamiento de los aborígenes, que ya cumple diez días, a pesar del inicio de una huelga general con la que importantes sectores sociales se suman a la protesta contra la política económica.

En conferencia de prensa, la madrugada del miércoles, el líder indígena Antonio Vargas informó que el diálogo proseguiría por la mañana, luego de consultar a los dirigentes de las comunidades de aborígenes sobre un documento elaborado con el gobierno el martes, para llegar a un acuerdo.

"Hay voluntad de continuar el diálogo, no está en peligro. El movimiento indígena está abierto al diálogo, hay disposición", manifestó Vargas, al desmentir que los aborígenes se hayan burlado del gobierno, porque el documento no fue firmado el propio martes.

Vargas y otros dirigentes indígenas dijeron estar molestos por las declaraciones del secretario de Comunicación del Ejecutivo, Alfredo Negrete, quien aseguró la noche del martes que "lamentablemente nuestra tolerancia (...) otra vez no obtiene resultados".

Según Negrete, el Presidente Noboa, acompañado de miembros de su gabinete y del vicepresidente Pedro Pinto, esperaron el martes hasta las 23.25 locales (04.25 GMT), en el Palacio de Carondelet, la conclusión de un acuerdo que finalmente no se produjo.

"Más pruebas de tolerancia, de apertura y de diálogo no se puede pedir. No hay otro pronunciamiento del gobierno nacional", manifestó Negrete. No obstante, el líder indígena insistió en señalar que el diálogo está "bastante avanzado" y que de un documento de más de 22 puntos, sólo en tres están aún en desacuerdo con el gobierno.

Vargas precisó que el Ejecutivo acepta bajar el precio del gas de uso doméstico de 2 a 1,60 dólares, mientras que los indígenas exigen que la reducción sea a 1,50 dólares. Además, el gobierno pretende que el precio de la gasolina -que aumentó en un 25% en diciembre pasado- quede congelado por un año, y los indígenas piden que sea por dos años; en tanto que en las tarifas de transporte (que tuvieron un alza de hasta 75% en diciembre pasado) no hay ninguna propuesta del Ejecutivo.

"El gobierno no quiere saber nada de bajar el transporte, nada", precisó Vargas, quien explicó que los indígenas pretenden que el aumento sea la mitad de lo que el gobierno puso en vigor en diciembre. Vargas se encontraba hasta entrada la madrugada en consultas con otros dirigentes de comunidades indígenas, en la sede de la Universidad Politécnica Salesina, al norte de Quito.

Allí, unos 5.000 indígenas se mantienen concentrados desde hace diez días en protesta contra las medidas económicas del gobierno, particularmente las alzas en los precios de los combustibles y las tarifas de transporte. El alcalde indígena de Cotacachi (norte), Auki Tituaña, dijo a la AFP que confiaba en que se llegará pronto a un acuerdo y dijo haber sido citado para eso de las 10.00 locales (15.00 GMT) en el Palacio de Carondelet, sede del gobierno, ante la posibilidad de reiniciar el diálogo, ya con una respuesta de los aborígenes al documento.

"Nuestro firme compromiso es mantener un diálogo honesto, pero con las bases. Vamos a seguir trabajando para analizar el documento propuesto por el gobierno", agregó por su parte Marco Morillo, de la Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos de Ecuador.

El gobierno de Gustavo Noboa mantiene un estado de emergencia nacional desde la noche del pasado viernes, debido al levantamiento indígena. Para este miércoles se tenía prevista el inicio de una huelga general convocada por el Frente Popular (FP, izquierda), que reúne a estudiantes, maestros del sector público y obreros.

"El propósito central del paro es radicalizar las protestas contra las medidas económicas y exigir la libertad de más de 150 detenidos en el país", manifestó el martes Luis Villacís, dirigente del FP. El pasado lunes, se registró una violenta jornada de protestas en las provincias de Napo (este), Tungurahua (sur) y la ciudad de Quito, que dejó un total de tres muertos y 59 heridos.
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