MURMANSK.- Los 118 marinos muertos en el hundimiento del submarino nuclear Kursk fueron recordados el domingo por familiares y autoridades en el aniversario de la tragedia, mientras continuaban las tareas de reflotar la nave y esclarecer el hecho.
Tras arrojar flores desde el muelle, los asistentes colmaron una iglesia para un servicio religioso. Esto se repitió en todo el país, por el alma de los muertos en el accidente del 12 de agosto del 2000.
Los marineros rusos, desde los de Vladivostock, sobre el océano Pacífico; hasta Sebastopol, sobre el mar Negro, también rindieron su homenaje, informó la prensa.
Entre tanto, crecían las esperanzas en que las tareas de reflotar el Kursk en septiembre llevaran a un esclarecimiento de las causas del desastre.
"Para el comando naval, en la investigación de las causas del hundimiento del Kursk, nada es más importante que lograr el máximo nivel de claridad", dijo el comandante de la armada Vladimir Kuroyedov en una ceremonia televisada.
El gobierno dijo que una explosión que hundió al Kursk fue causada por un torpedo de práctica. Pero no se sabe si el torpedo estalló debido a una falla en su manipulación - la teoría favorita de la mayor parte de los expertos extranjeros - o una colisión, posiblemente con una nave extranjera.
Las autoridades rusas tratan de mostrar una actitud de transparencia en la operación de salvamento. Durante la crisis el año pasado, el gobierno fue criticado por su hermetismo o la entrega de información contradictoria.
