SKOPJE.- El jefe de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general estadounidense Joseph Ralston, estudia hoy en Macedonia si se dan las condiciones para la misión de paz "Cosecha Esencial", en la que soldados de la Alianza recogerán las armas que depongan los nacionalistas albaneses.
Barry Johnson, portavoz de la OTAN en Macedonia, precisó que la visita del general Ralston será muy breve.
Joseph Ralston se entrevistará con militares y asesores antes de decidir si se dan las condiciones de seguridad necesarias para una misión que, según insiste la OTAN, no podrá ser de "alto riesgo".
También se reunirá con representantes del Gobierno macedonio, compuesto por una mayoría eslava pero que incluye ministros de las corrientes políticas moderadas albanesas simpatizantes con la guerrilla.
Johnson precisó que ya han llegado 199 soldados británicos, 120 checos, 25 franceses, siete griegos, ocho noruegos y tres canadienses, en comisiones de aposentamiento y avanzadilla.
Hoy se esperan ocho vuelos más, seis de ellos aviones británicos con 85 soldados y equipo, y dos aviones italianos con observadores.
Mañana saldrá de Gran Bretaña un barco con equipos hacia el puerto griego de Salónica, principal apoyo logístico del despliegue, ya que Macedonia no tiene salida al mar.
La visita de Ralston es considerada clave para el comienzo de la operación de desarme de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (UCK), que actúa en este país desde el pasado febrero en demanda de mayores derechos para su etnia.
La noche pasada hubo tiroteos y hasta fuego de mortero de los guerrilleros albaneses contra el cuartel de las tropas gubernamentales en la ciudad noroccidental de Tetovo, pero la OTAN no ha querido comentar su incidencia en el proceso de paz.
La guerrilla disparó también anoche desde el monte Shar contra las posiciones de las fuerzas gubernamentales de seguridad en las aldeas de Zilche y Rataje, municipio de Tetovo.
Según un comunicado oficial, las fuerzas gubernamentales macedonias replicaron a los ataques sin que se registraran bajas en sus filas. Un transformador eléctrico fue destruido por las explosiones, por lo que varias aldeas quedaron sin electricidad.
La condición fundamental de la OTAN para su despliegue es que el alto el fuego sea definitivo, para que sus militares no se encuentren cogidos entre dos fuegos.
El portavoz Johnson subrayó que la OTAN no tiene mandato para el regreso de los refugiados, sino sólo para desarmar a los guerrilleros.
Nadie ignora entre los observadores macedonios y extranjeros que a pesar del desarme quedarán todavía escondidas armas suficientes para un despliegue terrorista.
Johnson reiteró que la OTAN no viene a combatir una guerra ajena y dijo que se sabe que, además del UCK, "existen otros grupos, pero también esperamos desarmarlos".
El portavoz advirtió de que si esos pequeños grupos se niegan a deponer las armas será el Gobierno el que tendrá que intervenir para desarticularlos.
El despliegue de la OTAN contará con 3.500 soldados, que se encargarán sólo de hacer acopio del armamento rebelde y destruirlo, tal y como albaneses y eslavos de Macedonia aceptaron en un recientemente firmado acuerdo de paz.
El portavoz del órgano gubernamental de seguimiento de la crisis, Tihomir Ilievski, manifestó que los incidentes de ayer "son una seria violación del alto el fuego" y apeló a la OTAN para que no interrumpa la misión de desarme del UCK.
Ilievski señaló que "los terroristas" desean desbaratar el plan de paz y desarme con la actual serie de provocaciones, mientras que el UCK opina que es el Gobierno el interesado en dar una mala imagen de los albaneses ante el mundo.
Un grupo de nacionalistas macedonios paneslavos bloquea por tercer día consecutivo la carretera que une Skopje con el puesto de Blace, en la frontera con Kosovo, y exigen que la OTAN obligue a los guerrilleros a retirarse de las aldeas que han ocupado.
Piden también que los guerrilleros albaneses liberen a los secuestrados y eliminen las minas plantadas.
Esa carretera es vital para las tropas de la OTAN destacadas en Kosovo, que tienen sus bases logísticas en Macedonia, y ya el portavoz gubernamental, Antonio Milososki, ha reconocido que el Gobierno está expuesto a presiones internacionales para levantar el bloqueo.