ABU DHABI, Arabia Saudita.- La televisión saudita cambia de imagen y, por primera vez, saca al aire a una mujer en la conducción del telediario del flamante Al Ikhbariyya, un nuevo canal satelital de noticias, que se propone cambiar la imagen del reino tradicional en el exterior.
Con el rostro cubierto y vestida simplemente con el "hijab", el velo islámico, la presentadora Buthaina Al Nasr apareció en la primera edición del telediario, sorprendiendo a millones de espectadores.
"Es un hecho histórico, que debería haber ocurrido hace mucho tiempo", declaró una colega de Buthaina, que pidió guardar el anonimato.
Para nada atemorizada por las posibles críticas de los conservadores, la conductora declaró que es hora de que las mujeres sauditas participen en el crecimiento social y económico de su país.
"Estamos en el siglo XXI y es tiempo de que también las mujeres cumplan con su deber. Además, nos presentamos en televisión cubiertas, tal como cuando salimos a la calle, en pleno respeto de las normas religiosas", añadió.
Muhammad Barayan, director de la red, anunció que Al Ikhbariyya no sólo tendrá anunciadoras, sino que emitirá también programas sobre cuestiones femeninas, en el intento de corregir muchos prejuicios respecto a la discriminación femenina en el reino.
"Muchas cosas que se dicen sobre las mujeres en Arabia Saudita no son auténticas. Los medios norteamericanos difunden falsedades, diciendo por ejemplo que la monarquía no quiere combatir el terrorismo. Queremos dar una imagen distinta y real de nuestro país", dijo.
Con cerca de 40 periodistas en Arabia Saudita y en el exterior, la nueva TV del Estado transmitirá no sólo noticias en árabe, sino también programas en inglés dirigidos al público extranjero. "Organizaremos debates en directo entre sauditas y occidentales. Queremos que la gente comprenda por si sola quien tiene razón y quién no", añadió Barayan.
Luego de los ataques terroristas contra Estados Unidos, el 11 de septiembre del 2001, la monarquía saudita se ganó durísimas críticas, sobre todo por parte de la administración norteamericana, que la acusó repetidamente de albergar células terroristas de Al Qaeda.
Los críticos occidentales también reprocharon al reino financiar la militancia integrista fuera y dentro del país, promoviendo ideas anti-occidentales.
Las presiones externas y los ataques terroristas que, desde mayo último, han causado la muerte de cerca de 50 personas, indujeron a la monarquía a emprender una nueva ofensiva contra las luchas internas. Sin embargo, esto no bastó para aplacar las críticas.
Mejorar la imagen del país será el mayor desafío de la flamante TV saudita, ya comprometida en la difícil tarea de intentar acabar con la competencia de dos gigantes satelitales que polarizaron la atención del público televisivo, Al Jazeera y Al Arabiya.
