WASHINGTON.- La Casa Blanca culpó hoy directamente al Presidente haitiano, Jean Bertrand Aristide, por la crisis que amenaza su permanencia en el poder, y cuestionó "su capacidad para continuar gobernando" la nación caribeña.
"Esta crisis cocida a fuego lento es en gran parte producto de Aristide", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, en un comunicado de prensa.
"Su falta de adhesión a los principios democráticos ha contribuido a la profunda polarización y a los violentos disturbios que estamos viendo hoy en Haití" y "sus propias acciones cuestionan su capacidad para continuar gobernando", agregó.
"En los últimos días, bandas armadas y dirigidas por el Presidente Aristide han cometido saqueos y atacado personas y propiedades en Puerto Príncipe", aseguró, en referencia a la violencia registrada el viernes, con al menos ocho personas asesinada en la capital y numerosos lugares saqueados.
Aristide "debe dar instrucciones a sus partidarios para detener esta violencia", agregó el funcionario, quien también pidió a los rebeldes que buscan derrocar al Mandatario que detengan la violencia "para permitir una solución política".
Las duras declaraciones del país que antes sostenía al Mandatario haitiano siguieron al discurso que Aristide pronunció a primera hora de hoy por televisión y en el que afirmó que su renuncia -que Estados Unidos, Francia y Canadá le sugirieron considerar- está "descartada".
Con los rebeldes armados que piden la renuncia Aristide acercándose a la capital haitiana, el Presidente dijo que las sugerencias para que renuncie "son rumores sin fundamentos" de sus opositores "para provocar a la población y (generar) desórdenes".
McClellan dijo que Estados Unidos continuará trabajando con la comunidad internacional para proveerle ayuda humanitaria a los haitianos, pero advirtió que no habrá intervención extranjera en el país "hasta que haya una solución política viable".
"Estados Unidos está preparado para apoyar una fuerza de seguridad interina multinacional en el contexto de una solución política sostenida en Haití", dijo el portavoz presidencial.
Agregó que los militares estadounidenses están listos para apoyar los esfuerzos de interceptación de refugiados haitianos que escapan de la crisis en su país y repatriarlos, así como para ayudar a la evacuación de ciudadanos estadounidenses de la nación caribeña si fuese necesario.
Los haitianos abandonan su país en botes groseramente sobrecargados.
Haitianos repatriados son recibidos con burlas
En tanto, los cientos de haitianos repatriados por la Guardia Costera estadounidense tras ser interceptados en el mar cuando trataban de ingresar ilegalmente a Estados Unidos escapando de la crisis en su país fueron recibidos con antipatía, burlas y humillaciones a su llegada a Puerto Príncipe.
Una muchedumbre se burlaba y bromeaba a costa de los inmigrantes que llegaban a la capital haitiana, aferrados a las pequeñas mantas azules suministradas por los guardacostas.
Uno de los cerca de 100 hombres agolpados ante los portones de una base naval haitiana para observar la escena les gritó: "¿Tuvieron un buen viaje?". Otro les preguntó, con sorna: "¿A qué país fueron?".
Al abrir las puertas, los guardias usaron las culatas de sus rifles para dispersar a los mirones y abrir paso a los refugiados.
Exhaustos tras el intento de abandonar su empobrecido país, los frustrados emigrantes huyeron de la multitud rumbo al centro de la ciudad, a pocos kilómetros de allí. Algunos llevaban pequeños bolsos, otros carecían de equipaje y muchos dijeron haber perdido sus esperanzas en el futuro.
Mientras tanto, un anciano sonreía y mostraba orgulloso la manta comprada a uno de los deportados por 10 gourdas, unos 25 centavos de dólar.
No se sabe exactamente cuántos haitianos llegaron hoy a su país, pero la Guardia Costera estadounidense dijo el viernes que 531 inmigrantes interceptados desde el 21 de febrero fueron "seguramente repatriados a Haití".
Una docena de Marines estadounidenses, varios agentes de seguridad de la embajada armados y funcionarios diplomáticos estadounidenses se hallaban en la base naval a la que llegaban en botes los haitianos, en grupos de 15 ó 20.
En la costa se veían cinco buques de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Washington asegura que muchos de los haitianos fueron hallados a bordo de botes sobrecargados y poco apropiados para un viaje de 700 millas por el mar.
"Es nuestra intención, al rescatar a los inmigrantes haitianos del peligro en el mar a bordo de botes groseramente sobrecargados e inadecuados, repatriarlos inmediatamente de manera segura", afirmó el almirante de la Guardia Costera, Harvey Johnson, en un comunicado.
Pese a la tensión creciente en el país caribeño, donde rebeldes armados amenazan con derrocar al Presidente Jean Bertrand Aristide, las autoridades estadounidenses dijeron que no esperan un éxodo masivo.
"No hay indicios de una migración masiva esta vez", informó la Guardia Costera.
