CASABLANCA, Marruecos.- El Presidente de gobierno español y el rey de Marruecos inauguraron juntos el sábado un recordatorio a las víctimas de los atentados de mayo del 2003 en Casablanca, un gesto simbólico para dos países largamente distanciados por una crisis diplomática y ahora reunidos por un enemigo común, el terrorismo.
El presidente José Luis Rodríguez Zapatero reservó su primera visita al exterior desde que asumió para Marruecos, y el rey Mohammed VI lo recibió en el palacio real en Casablanca, la capital económica de este reino musulmán en el norte de Africa.
Mohammed y Rodríguez develaron una placa con los nombres de los 33 muertos en cinco atentados suicidas el 16 de mayo en el centro de Casablanca, el corazón económico del país. Muchas de las víctimas murieron en el restaurante de la Casa de España, una asociación española. Entre los muertos hubo una decena de atacantes suicidas.
Diez meses después, el 11 de marzo, atentados con bombas en cuatro trenes madrileños mataron a 191 personas, y 14 de los 18 sospechosos detenidos son marroquíes.
"Los que cometieron estos crímenes no son verdaderos musulmanes. Son enemigos de Marruecos que no quieren que nuestro país avance en la democracia", dijo Moulay Larbi Alaoui, padre de una de las víctimas de Casablanca, uno de los 2.000 presentes en la ceremonia.
"Zapatero es un gran hombre", añadió.
España, separada de Marruecos por el Estrecho de Gibraltar, es el segundo socio comercial del país africano después de Francia. Pero Madrid mantiene desde hace cuatro años un diferendo diplomático con Marruecos por derechos de pesca, inmigración ilegal y otros asuntos.
"El nuevo gobierno (español) no quiere entra en cuestiones de quién tiene la culpa", dijo Javier Valenzuela, portavoz de Zapatero para asuntos internacionales. "Esta primera visita es para abrir una etapa de diálogo".
"El espíritu es, que este problema ha quedado atrás", aseguró.
Zapatero, quien asumió a principios de mes, se reunía luego con el primer ministro Driss Jettou y realizaba una conferencia de prensa antes de regresar a Madrid el sábado por la noche.
