ROMA.- Las autoridades italianas mantienen "máxima cautela" ante el anuncio por parte de un grupo extremista islámico en una página de internet del asesinato de las dos jóvenes cooperantes secuestradas el pasado 7 de septiembre en Irak.
Desde el ministerio de Exteriores se ha hecho saber que no dispone de ningún elemento que permita confirmar la noticia del asesinato de Simona Pari e Simona Torretta, ambas de 29 años y trabajadoras de la ONG "Un puente para Bagdad".
Un portavoz del Gobierno italiano invitó a la cautela, mientras los servicios secretos examinan el mensaje, firmado por la organización "Yihad en Irak", aparecido en un sitio de Internet no utilizado habitualmente por los radicales islámicos.
El pasado día 12, un grupo autodenominado "Yihad Islámica en Irak", a través de la página web "Yaislah.org", dio un plazo de 24 horas "al Gobierno de Berlusconi" para que ordenara la retirada de los 3.000 soldados que mantiene en Nasiriya, al sur de Bagdad, con la amenaza de degollar a las rehenes.
Previamente se había atribuido la autoría del secuestro otro grupo autodenominado "Ansar Al Zawahri" (que toman su nombre del "número dos" de Osama Bin Laden), con un ultimátum vinculado a la liberación de las mujeres musulmanas presas en Irak.
Simona Pari y Simona Torretta fueron capturadas por una veintena de hombres armados que irrumpieron en las oficinas de la ONG, en el centro de la capital iraquí.
Los asaltantes se llevaron también a dos colaboradores locales, Mahnaz Bassam y Razad Ali Abdul, con los que trabajaban, junto a Unicef, en el proyecto "Farah" de mejora de la educación primaria y la participación escolar en algunos colegios de Bagdad y Basora.
El secuestro de las "dos Simonas", como se las conoce en Italia, se produjo apenas dos semanas después del asesinato del periodista y colaborador de la Cruz Roja Enzo Baldoni, que había sido capturado cerca de Nayaf por el llamado "Ejército Islámico de Irak".
Anteriormente fueron secuestrados cuatro guardias de seguridad italianos por otro grupo extremista, que asesinó a uno de ellos, Fabrizio Quattrocchi, antes de que los tres fueron liberados en una operación de las fuerzas de la coalición.