LONDRES.- Un británico detenido en la base naval de Guantánamo dijo en una carta divulgada el viernes que fue torturado y vejado durante su reclusión, en lo que se cree que sería la primera afirmación de ese tipo que emerge desde el interior de la prisión.
Las acusaciones de Moazzam Begg, detenido en Pakistán hace más de dos años, se sumaron a una serie de relatos de vejaciones en la prisión estadounidense en Cuba, particularmente por parte de los ex detenidos británicos.
“Es exactamente lo que pensamos por los testimonios del resto que regresó de la Bahía de Guantánamo - exactamente lo que pensamos que ocurría”, dijo la abogada Gareth Pierce.
La jurista dijo que la carta se la había entregado a principios de la semana el abogado estadounidense de Begg quien fue a Guantánamo a verlo. Aunque pasó por los usuales controles de los censores militares estadounidenses, fue la primera comunicación de Begg que no se mantiene secreta, dijo la abogada.
En la carta que tiene fecha del 12 de julio de este año, Begg afirmó su inocencia de cualquier crimen y exigió saber la razón de su detención en Bagram, Afganistán durante un año.
Begg dijo que se le negaron la luz natural y alimentos, que había estado en una celda incomunicado y que había sido obligado a firmar documentos presentados ante él por funcionarios estadounidenses.
El detenido británico también dijo que fue abusado físicamente, desnudado y que había desfilado delante de las cámaras que sostenía personal estadounidense.
“Durante varias entrevistas, particularmente sin restricciones en Afganistán, fui sometido a amenazas perniciosas de tortura, verdaderas torturas vengativas y amenazas de muerte, entre otras técnicas de interrogación coercitivas utilizadas”, dijo en un extracto de la carta que leyó la radio de la BBC.
“Nunca se concretó la presencia de un asesor legal ni tampoco estuvo disponible”, agregó la carta.
Begg también dijo que había presenciado parcialmente la muerte de dos detenidos a manos del personal militar de Estados Unidos.
El ejército de Estados Unidos, cuyas técnicas de interrogación han sido cuestionadas por las revelaciones de vejaciones a prisioneros iraquíes en la cárcel de Abu Ghraib cerca de Bagdad, ha negado esas acusaciones.
Más de 600 personas han permanecido detenidas en Guantánamo sin cargos en su contra y sin acceso a un abogado, algunos por más de dos años.