WASINGTON.- El vicepresidente de EEUU Dick Cheney y su esposa Lynne reaccionaron hoy con duras acusaciones contra el candidato demócrata a la Presidencia John Kerry por sus comentarios sobre la homosexualidad de su hija durante el debate presidencial.
Lynne Cheney fue la más dura, al afirmar que Kerry se sobrepasó y se entrometió en la vida privada de su familia, recurriendo a lo que definió como un truco político "barato y de mal gusto".
Antes de presentar a su marido en un acto electoral, Lynne Cheney dijo poco después del debate que las palabras del senador demócrata le hicieron llegar a la conclusión de que "no es un buen hombre".
"Desde luego, estoy hablando como madre y como una madre bastante indignada", añadió la esposa del vicepresidente.
A su marido tampoco le gustó nada que el candidato demócrata pusiese a su hija Mary como ejemplo al hablar de la homosexualidad, hasta el punto de que dijo sentirse como un padre "enfadado".
En el debate presidencial se vio a "un hombre que hará y dirá cualquier cosa para ser elegido", dijo Cheney hoy, jueves, en un acto electoral en Fort Myers (Florida), y precisó que "no sólo hablo como padre, aunque soy un padre bastante enfadado".
La indignación del matrimonio responde a las respuesta de Kerry a una pregunta sobre la homosexualidad durante su tercer y último enfrentamiento cara a cara con el presidente George W. Bush, que tuvo lugar anoche.
Concretamente, Kerry dijo que la homosexualidad no es una elección, que "todos somos hijos de Dios" y que si se le pregunta a la hija de los Cheney, "que es lesbiana", ella diría que "es quien es. Ella es como nació", añadió.
El candidato demócrata a la Presidencia de EEUU difundió hoy una breve declaración para aclarar que sus palabras no llevaban ninguna mala intención.
"Quiero a mis hijas. Ellos quieren a su hija. Trataba de decir algo positivo sobre la forma en que las familias fuertes abordan este asunto", precisó Kerry.
Mary Cheney, de 34 años, no ha ocultado nunca su homosexualidad y ha contado con el respaldo de sus padres, quienes incluso manifestaron públicamente su desacuerdo con la propuesta del presidente Bush de aprobar una enmienda a la Constitución para prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Su nombre surgió también en el único debate por la Vicepresidencia, en el que el candidato demócrata, John Edwards, expresó su respeto por la forma en que el matrimonio Cheney había asumido el hecho de que su hija fuese gay y le felicitó por el apoyo que siempre le ofrecieron.
El vicepresidente no sólo no se enojó entonces, sino que agradeció las "amables palabras" de su oponente.
La mujer de John Edwards, Elizabeth, también ha querido hoy dar su opinión al respecto y lo ha hecho para criticar la reacción de Lynne Cheney cuyo enfado, en su opinión, demuestra un "cierto grado de verguenza" por el hecho de que su hija sea lesbiana.
En declaraciones a una emisora de radio, Elizabeth Edwards expresó su convencimiento de que la esposa del vicepresidente "reaccionó de forma exagerada...como si fuese bochornoso tener esta discusión".
"Creo que indica un cierto grado de verguenza con respecto a las preferencias sexuales de su hija. Realmente me entristece que ésa haya sido la respuesta de Lynne", añadió.
