TEL AVIV.- Un adolescente palestino de 16 años que llevaba cinco kilos de explosivos amarrados a su cuerpo, los hizo detonar el lunes en un concurrido mercado al aire libre de Tel Aviv, matando a tres israelíes e hiriendo a otros 32.
Es el primer ataque de este tipo desde que el líder palestino Yasser Arafat abandonó la semana pasada la región rumbo a Francia para ser sometido a tratamiento médico.
El Frente Popular por la Liberación de Palestina, una facción extremista de la Organización para la Liberación de Palestina, se atribuyó el atentado, indicando que había sido llevado a cabo por Eli Amer Alfar, del campamento de refugiados Askar, cerca de la ciudad de Naplusa, la más importante de la Margen Occidental. El documento de identidad de Alfar indicaba que tenía 16 años. Eso lo convierte en uno de los atacantes suicidas más jóvenes en la historia del conflicto palestino-israelí.
La explosión se registra en una época de creciente preocupación por la inestabilidad en los territorios palestinos durante la ausencia de Arafat. Los extremistas parecen tratar de demostrar que son ellos los que controlan la situación, no los lugartenientes de Arafat que han intentado ofrecer una sensación de normalidad. Israel ha dicho que mientras Arafat esté alejado de Ramallá tratará de refrenar sus represalias contra los grupos armados.
El Primer Ministro Ariel Sharon dijo que Israel "no cesará su guerra contra el terrorismo", y ha reiterado su compromiso de evacuar de manera unilateral la Franja de Gaza, así como algunos pequeños asentamientos judíos en la Cisjordania.
"No pienso cambiar mi política hasta que haya cambios en el gobierno palestino y hasta que cese su incitación" para que se cometan actos terroristas, indicó Sharon.
Desde su lecho de enfermo en Francia, Arafat criticó el atentado "y el asesinato de civiles de ambos lados", señaló Nabil Abu Rdeneh, vocero del líder palestino.
El Primer Ministro palestino, Ahmed Qureia, también criticó el ataque. "No creemos que ese tipo de acción sirva a nuestra causa nacional", señaló. "Por lo tanto, pedimos a todos que cesen de atacar civiles", agregó.
El suelo se estremeció en el Mercado Carmel al registrarse la explosión.
La policía dijo que cuatro personas murieron, entre ellas el atacante.
Un testigo, identificado solamente por su primer nombre, Motti, dijo haber escuchado una explosión en el mercado. "Pensé que eran fuegos artificiales o un cilindro de gas, pero entonces vi una tienda completamente destruida. Las cosas regadas por el suelo. Perdí mis anteojos y mi sombrero", dijo Motti a Radio Israel.
Fue el 116 ataque suicida desde la reanudación de la lucha entre palestinos e israelíes en 2000. En total, 493 israelíes han muerto en esos ataques.
