CIUDAD DEL VATICANO.- El prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, cardenal Jose Saraiva Martins, declaró hoy que la vida es "sagrada y debe ser respetada hasta el final", en alusión al caso de la estadounidense Terri Schiavo, que calificó de "un atentado contra la vida".
Durante un acto público en Roma, el purpurado portugués dijo que no se pueden consentir medidas que "apresuren el final de una vida, porque es la cosa más valiosa que tenemos. Esto es lo que puedo decir a la luz del buen sentido y de la religión cristiana".
Luego en una declaración oficial el Vaticano denunció el jueves que fue "anticipada arbitrariamente" la muerte de la norteamericana Terri Schiavo quien vivió 15 años en estado vegetativo y fue desconectada hace 13 días en Estados Unidos de los aparatos que la mantenían viva.
"Fue anticipada arbitrariamente una muerte, porque nutrir una persona no puede ser jamás considerado ensañamiento terapeutico", afirmó este jueves en un comunicado el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls.
"Las circunstancias de la muerte de la señora Terri Schiavo han justamente transtornado las conciencias. Fue interrumpida una existencia", afirmó.
"No hay dudas de que no se pueden admitir excepciones al principio sagrado de la vida desde su concepción hasta su final natural. Además de un principio de ética cristiana, es un principio de civilización humano", añadió.
Terri Schiavo, quien vivió 15 años en estado vegetativo persistente, murió este jueves en Estados Unidos, a los 41 años de edad, tras pasar casi dos semanas sin alimentación después de que se le removiera el catéter alimentario que la mantenía viva.
La mujer sufrió un infarto en 1990 que le cortó el oxígeno a su cerebro, dejándola en estado vegetativo después de una breve etapa en coma.