VIENA.- La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) aumentó su presión sobre Irán con su último informe, que denuncia la persistente negativa iraní a suministrar informaciones clave sobre su programa nuclear y que las potencias occidentales consideran justifica sus denuncias.
Comparado con los informes anteriores, el último es "más duro con Irán tanto en lo que respecta a los detalles como al tono", declaró Mark Fitzpatrick, experto en cuestiones de no proliferación en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres (IISS).
"Este informe rebate claramente las afirmaciones de los iraníes de que hicieron todo lo necesario (para reponder a las exigencias de la AIEA) respecto al plan de acción" nuclear, agregó.
El informe confidencial, del cual la AFP obtuvo una copia el lunes al anochecer en Viena, fue transmitido por la AIEA a los 35 miembros de su consejo de gobernadores, así como al Consejo de Seguridad de la ONU.
El portavoz del departamento de Estado estadounidense, Sean McCormack, dijo que "es muy inquietante que el gobierno iraní se niegue a responder", Francia, otro miembro permanente del Consejo de Seguridad, cree que el documento "describe en detalle actividades" que sugieren la existencia de una "dimensión militar del programa nuclear iraní", según la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Pascale Andréani.
El consejo de gobernadores de la AIEA examinará el documento durante su próxima reunión, que comienza el 2 de junio en Viena.
El director general de la AIEA, Mohamed ElBaradei, expresa en este texto "graves preocupaciones" por el hecho de que Irán siga negándose a proporcionar informaciones clave sobre presuntos estudios relativos a la militarización de su programa nuclear.
También lamenta la continuación del enriquecimiento de uranio por parte de Irán, que ha ignorado los reiterados llamados de la ONU para que cese esas operaciones.
Por otra parte, la AIEA conminó a Teherán a suministrar informaciones "sustanciales" si quiere convencer a la comunidad internacional del carácter pacífico de su programa.
Según informaciones de diversas fuentes de inteligencia, Irán está estudiando la fabricación de ojivas, la posible conversión del misil Shahab-3 en vector de arma nuclear y las instalaciones para ensayos nucleares subterráneos.
"Esperamos explicaciones sustanciales de Irán para probar sus declaraciones sobre los supuestos estudios y sobre otras informaciones que pueden tener una dimensión militar", destaca el informe de la AIEA.
La agencia de la ONU explica que "parte del punto de vista de que Irán podría tener informaciones adicionales, en particular sobre ensayos de materias altamente explosivas y de actividades que involucran a misiles que podrían aclarar más la naturaleza de los supuestos estudios".
Un alto funcionario vinculado a la AIEA confirmó que esta entidad sentía una creciente frustración ante la negativa de los iraníes a cooperar. Luego de cuatro años de investigaciones sobre esta polémica cuestión, la AIEA todavía no puede asegurar que el programa nuclear iraní sea totalmente pacífico.