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Fujimori no está arrepentido de "estrategia de pacificación" y se declara inocente

El ex Presidente peruano dijo tener la conciencia tranquila y que nadie ha podido aportar pruebas en su contra por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992).

01 de Abril de 2009 | 12:34 | AP

LIMA.- El ex presidente Alberto Fujimori dijo este miércoles que no se arrepiente de "la estrategia de pacificación" que aplicó y que le permitió derrotar a la subversión en Perú, a la vez que reiteró su inocencia en el juicio que enfrenta por dos matanzas cometidas en su gobierno.

En la audiencia número 159 del juicio por asesinato y secuestro que enfrenta Fujimori, le correspondió al ex mandatario, de 70 años, tomar la palabra para ejercer su defensa, lo que hará también el próximo viernes.

Luciendo sereno, con un traje oscuro y corbata azul, Fujimori, de pie frente a un atril, afirmó que se encuentra "tranquilo" por su conciencia y por el respaldo que dijo le brinda el pueblo peruano.

"Nadie ha podido aportar ni una sola prueba que me condene y no lo han podido hacer simplemente porque no existe y porque como dije al principio soy inocente", expresó Fujimori ante la corte y ante un gran número de prensa y público, entre ellos dos de sus cuatro hijos: la congresista Keiko Sofía Fujimori y Kenji Fujimori.

El ex mandatario arriesga una pena de 30 años de cárcel de ser declarado culpable por las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por un escuadrón de aniquilamiento conocido como Colina que asesinó a 25 personas, incluido un niño de ocho años, acusándolos de ser terroristas.

Se estima que el tribunal dará a conocer su veredicto entre la segunda y tercera semana de este mes.

Ninguna prueba o testimonio directo ha sido presentado contra Fujimori en el juicio, pero la fiscalía asevera que existen múltiples indicios de que el ex presidente fue la cabeza de un "aparato de poder" en Perú que desplegó dos estrategias de lucha contra la subversión, una oficial, y una clandestina, basada en la guerra sucia contra los rebeldes, que permitió crímenes y abusos a los derechos humanos.

Fujimori pidió al tribunal que lo juzga, compuesto por tres magistrados, ponerse en su lugar imaginando "el infierno" que se vivía en Perú, por la violencia terrorista y la crisis económica, cuando asumió la presidencia en 1990.

"Ningún presidente recibió un país peor al que yo recibí en julio de 1990. El Perú que yo heredé era un desastre... fue un país extremadamente difícil de gobernar quizás el más difícil de gobernar de toda nuestra historia republicana", señaló.

"Nadie me podrá acusar de no actuar, nadie me podrá acusar de haberme cruzado de brazos. Transcurridos los años puedo decir, sin ningún apasionamiento pero con total convicción, que mi estrategia de pacificación fue la correcta más aún en el escenario que acabo de describir, y no me arrepiento de haberla llevado adelante", expresó.

Fujimori indicó que su política fue la aplicación de una "estrategia de pacificación" en base a reformas profundas, la que consideró "la política más eficaz, limpia y exitosa de la historia", y llamó "hechos aislados muy lamentables", las matanzas de las que se le acusa.

Expresó su convicción de que la historia lo reconocerá como "el presidente que le devolvió (a Perú) la paz y la estabilidad", y dijo que cuando él ya no esté vivo, continuará su legado su hija Keiko, quien es actualmente una potencial candidata presidencial en las elecciones del 2011.