NUEVA DEHLI.- El grupo armado Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE), cercado por el Ejército ceilanés en el noreste de Sri Lanka, anunció hoy un alto el fuego unilateral que fue rechazado por el Gobierno de inmediato.
"En vista de la crisis humanitaria sin precedentes y en respuesta a las llamadas hechas por la ONU, la Unión Europea, los Gobiernos de Estados Unidos, la India y otros, el LTTE ha anunciado un alto el fuego unilateral. Todas las operaciones ofensivas cesarán con efecto inmediato", declaró la guerrilla en un comunicado.
En la nota, difundida por el portal afín Tamilnet, la guerrilla exhortó a la comunidad internacional a que medie para que el Gobierno de Sri Lanka se sume al alto el fuego, en un momento en el que el Ejército ceilanés ha logrado cercar al grupo armado en una pequeña franja costera del noreste.
La iniciativa, sin embargo, fue rechazada de inmediato por el Gobierno, y el secretario de Exteriores, Palitha Kohona, aseguró que el Ejército continuará con sus operaciones y calificó el comunicado como un "esfuerzo cínico" de imagen.
"El LTTE no está en posición de pedir ni exigir nada. Pretenden declarar un alto el fuego cuando hace tiempo que han hincado la rodilla", dijo a Efe por teléfono Kohona desde Colombo.
Ayer, el LTTE denunció una situación de “inanición” inminente para “165.000” personas en las áreas bajo su control, aunque la ONU estima que en realidad hay unas 50.000 y el Gobierno ceilanés calcula que son entre 15.000 y 20.000.
"Las muertes por hambre son inminentes", denunció hoy la guerrilla en su comunicado, tras acusar al Gobierno de bloquear deliberadamente los suministros de comida y medicinas y de atacar continuamente a los civiles que quedan atrapados en territorio rebelde.
"Quienes han salido de zona de guerra han sido detenidos y se encuentran en campos de concentración donde están sometidos a tortura en violación de todas las convenciones internacionales. No se permite que esa población vuelva a casa. Algunos son usados como escudos humanos por el Ejército", añadió la nota.
El Ejército lanzó el pasado lunes una ofensiva que tuvo como consecuencia el paso a zonas gubernamentales de unos 110.000 civiles, alojados en campamentos instalados a tal efecto por el Gobierno en el norte del país.
A Sri Lanka llegó además anoche el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, quien pidió hoy "con urgencia" al LTTE que abandone las armas y posibilite la salida de los civiles, y al Gobierno que deje el uso de armas pesadas.
"Necesitamos una nueva pausa humanitaria para obtener ayuda y trabajadores humanitarios en la zona de combate", aseguró Holmes en declaraciones divulgadas por el canal televisivo Ada Derana.
Horas antes, el Ejército había anunciado la captura del penúltimo pueblo en manos del LTTE, Valayarmadam, la captura de 23 guerrilleros horas después y la muerte de otros 12 en un combate naval en aguas cercanas a las últimas posiciones de la guerrilla.
El LTTE, muy debilitado tras la constante ofensiva del Ejército, lucha desde hace 25 años por obtener la independencia de la minoría tamil en Sri Lanka y formar un estado propio.