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Santiago: Viernes 26 de abril del 2024 | Actualizado 00:27
SAN SALVADOR.- Las lluvias caídas en El Salvador como consecuencia del huracán "Ida" y que hasta ahora han dejado un saldo de 130 muertos, también se ensañaron con el único zoológico público del país que sufrió la muerte de un jabalí y un tucán, y obligó a mantener en cuarentena a otras especies, informó hoy una fuente del establecimiento.
"Lamentablemente, un jabalí murió ahogado cuando tuvimos una inundación, mientras que un tucán murió por hipotermia. Las acciones de rescate que pusimos en marcha evitaron que más animales murieran", aseguró a la prensa el director del Parque Zoológico Nacional, Raúl Miranda.
Un río que corre paralelo a las instalaciones del parque de animales, ubicado en la periferia sur de San Salvador, se desbordó afectando diversos sectores del lugar entre ellos el serpentario, los aviarios y jaulas de distintas especies como la de un tapir que resultó con heridas, dijo la veterinaria del parque, Virna Ortiz.
"Tenemos a muchos animales en cuarentena, pues algunos de ellos tenían síntomas de hipotermia, infecciones en la piel por la humedad, otros con padecimientos pulmonares y por eso se mantienen medicados con antibióticos y se les aplica reforzamiento vitamínico", agregó Ortiz.
Tormenta tropical
En tanto, "Ida" fue degradado a tormenta tropical mientras el ciclón continuaba acercándose al litoral de Estados Unidos en el Golfo de México. Sin embargo, las autoridades estadounidenses mantuvieron el estado de emergencia.
El huracán, que podría tocar tierra en las primeras horas de mañana, fue degradado después que sus vientos máximos sostenidos cayeran a cerca de 113 kilómetros por hora, informó el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
Las autoridades retiraron las advertencias por huracán a lo largo de la costa estadounidense del Golfo de México, pero fueron reemplazadas con advertencias por tormenta tropical para una zona que va desde Luisiana hasta el brazo territorial de Florida, conocido como "Panhandle".
El vórtice de "Ida" se localizaba a 300 kilómetros al sur-sureste de la boca del río Misisipí y se movía al norte-noroeste a una velocidad aproximada de 27 kilómetros por hora.
Pese a las advertencias de riesgo en unos 322 kilómetros en varios estados, la población pareció tomar con calma el primer huracán del Atlántico que apunta hacia el territorio estadounidense.
