BRASILIA. - Un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) trasladó hoy a Brasilia los restos mortales del ex presidente Joao Goulart, fallecido en 1976 en el exilio en Argentina, poco más de 12 años después de ser derrocado del poder por un golpe militar que instaló una dictadura que se prolongó hasta 1985.
La exhumación fue ordenada por la Comisión de la Verdad, que investiga los crímenes del régimen dictatorial, y se destina a confirmar o desmentir la sospecha de que la muerte de Goulart resultó de envenenamiento, y no de un infarto, tal como afirma la versión oficial divulgada en la época.
Los trabajos de exhumación del cuerpo del ex presidente, sepultado en el cementerio de su ciudad natal, la sureña Sao Borja, se iniciaron en la mañana de este miércoles y se prolongaron por más de 18 horas.
La presidenta Dilma Rousseff convocó a sus ministros e invitó a políticos y a ex mandatarios para participar en una ceremonia de recibimiento de los restos mortales de Goulart, para que el ex presidente reciba los honores de jefe de Estado que no le fueron brindados en la época de su deceso.
Después del acto, programado para las 12:00 hora local (14:00 GMT), el cuerpo será llevado al Instituto Nacional de Criminalística (INC), donde expertos de Brasil y de otros países realizarán los primeros análisis para determinar la causa de su deceso.
Muestras del cuerpo y de gases retirados del ataúd de "Jango" -como era conocido en Brasil- serán enviadas también a laboratorios de otros países, según la Presidencia.
Nacido en Sao Borja el 1 de marzo de 1919, Goulart cumplió una exitosa carrera política por el Partido Laborista Brasileño (PTB) creado por el ex presidente Getulio Vargas, y llegó al gobierno del país en agosto de 1961, a raíz de la renuncia del presidente Janio Quadros sólo siete meses después de asumir el cargo.
Tildado de "comunista" por las fuerzas conservadoras, Goulart asumió el poder en el marco de un sistema parlamentarista, pero luego convocó un plebiscito que restableció el presidencialismo, y a partir de ahí empezó a expropiar tierras improductivas para la reforma agraria y a nacionalizar empresas transnacionales, lo que estimuló el golpe militar.
Goulart se fugó del país el 1 de abril de 1964 y se instaló inicialmente en Uruguay, antes de trasladarse a Argentina, donde falleció el 6 de diciembre de 1976.
La sospecha de que hubiese sido asesinado fue manifestada hace varios años por sus familiares, y se afianzaron después de que el ex agente uruguayo Mario Neira Barreto -detenido desde 2003 en Brasil por asalto a un banco y tráfico de armas- asegurara que participó en la colocación de una pastilla con potasio y cloruro deshidratado en uno de los medicamentos que ingería diariamente el ex mandatario para tratar sus problemas cardíacos.
La viuda de Goulart, María Thereza, aseguró, sin embargo, que no cree en la hipótesis de asesinato, y que sigue convencida de que su esposo falleció a raíz de problemas cardíacos cuando dormía en la casa de Argentina donde vivía exiliado.
"Él padecía de problemas cardíacos desde hace mucho (...) Nunca pensé en envenenamiento", indicó en una entrevista al diario brasileño "Zero Hora".
Pero la Comisión de la Verdad, que investigó el caso, detectó "indicios concluyentes" de que Goulart fue vigilado en el exilio por la llamada Operación Cóndor, de cooperación entre los regímenes autoritarios de Argentina, Brasil y Uruguay, y consideró que por esta razón la hipótesis de asesinato no puede ser descartada.
Las dudas podrían ser sanadas por los análisis de los restos mortales del ex mandatario.
Según el experto forense Amaury de Souza Junior, quien comandó el trabajo de exhumación, no hubo problemas graves de afrontar en la exhumación, ya que el lugar de sepultura no presentaba señales de humedad y que el ataúd con el cuerpo de Goulart estaba en buenas condiciones: "Todo fue encontrado tal como esperábamos".