BARCELONA.- El gobierno español del conservador Mariano Rajoy condenó la pitada de las aficiones del Athletic de Bilbao y el FC Barcelona al himno nacional durante la celebración hoy de la final de la Copa del Rey.
En medio de las tensiones nacionalistas en Cataluña y el País Vasco, ambas aficiones recibieron con una ensordecedora pitada al rey Felipe VI, en su primer torneo como monarca, e impidieron escuchar el himno español que retumbaba por la megafonía del Camp Nou de la capital catalana.
"El Gobierno condena los ataques contra los símbolos que representan al conjunto de los españoles, a la democracia que los ampara y a la convivencia que comparten", señaló el Ejecutivo en un comunicado.
"Aprovechar un encuentro de fútbol para escenificar una protesta de carácter político es una falta de respeto para este deporte, para el conjunto de los aficionados y para todos los españoles", añadió.
"Quienes promueven y participan de actuaciones como ésta pretenden hacer pagar las consecuencias de su proceder a los aficionados al deporte y al conjunto de los ciudadanos, a quienes no demuestran la más mínima consideración. En todo caso, la intolerancia de algunos no debe poner en riesgo la convivencia de todos", siguió.
El gobierno anunció además la convocatoria para el lunes de la comisión de antiviolencia en el deporte para "denunciar las actuaciones inconvenientes y, en su caso, proponer las sanciones que fueran procedentes".
En las finales de 2009 en Valencia y 2012 en Madrid, también entre Barcelona y Athletic de Bilbao, la pitada del himno español había causado una importante polémica en el país aunque en esa ocasión no acarreó sanciones.
Este año, ni siquiera la amenaza de sanciones para los clubes hizo acallar la pitada e incluso algunas asociaciones independentistas repartieron silbatos en los alrededores del estadio para hacerla más sonora.
