El actor Emilio Bardi interpreta a Maradona en el musical. (Reuters)
BUENOS AIRES.- El salto de un origen pobre a la fama mundial, los excesos y la soledad de un ídolo conforman las escenas de "El 10, entre el cielo y el infierno", un musical sobre la vida del ex futbolista argentino Diego Maradona, que se estrenó ayer por la noche en Buenos Aires.
Los recuerdos de un tembloroso Maradona de 80 años dan inicio a un recorrido por momentos de la vida del futbolista que van desde el triunfo frente a la selección inglesa en el Mundial de 1986 hasta un hipotético juicio al que el jugador asiste encarcelado.
El ex jugador, de 43 años, estuvo ausente en la primera función de la obra, ya que está en Cuba, donde pasa la mayor parte de su tiempo sometido un tratamiento para recuperarse de su adicción a las drogas.
Sin embargo, los organizadores informaron que autorizó la obra y tiene parte de las ganancias.
El relato recorre desde las privaciones y los sueños del niño que juega al balón en un barrio pobre cercano a Buenos Aires hasta los caprichos y contratos millonarios del deportista que es disputado por los más poderosos empresarios del deporte y la publicidad.
"¿Es culpable? ¿Es inocente?", se pregunta sin dar respuestas, Sebastián Rainelli, productor general del musical, quien dijo que pese a contar con el consentimiento de Maradona, la obra intenta no ser obsecuente con la imagen del jugador.
Igualmente, los espectadores aplaudieron de pie la obra, en la que Maradona recibe una defensa de un Ernesto Che Guevara ya muerto, se enfrenta cara a cara con el príncipe Carlos de Gran Bretaña, el Papa o políticos de Argentina, pero también canta emocionado a su futura mujer o añora a sus amigos de la infancia.
"Es espectacular. Me encantó y hasta me emocionó. Refleja gran parte de la vida de él", dijo Marcelo, de 42 años, a la salida del teatro.
Los encargados del proyecto planean adaptar el musical, de un costo de producción cercano a los 350.000 dólares, para llevarlo a distintos países.
