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Lemebel se desató en Harvard

El escritor chileno, de gira por Estados Unidos, ofreció una entretenida charla frente a estudiantes latinos en la prestigiosa universidad norteamericana.

12 de Mayo de 2004 | 11:58 | Trinidad Montalva, El Mercurio en Internet

Lemebel se desató y dejó a la audiencia abismada con tanta sinceridad en carne viva, que tanta falta hace por estos lados.
BOSTON.- Chispeante, emotiva y desvergonzada fue la presentación que el escritor chileno Pedro Lemebel ofreció ayer en la Escuela de Literatura de Harvard.

Un puñado de estudiantes chilenos, algunos mexicanos y españoles se reunieron para escucharlo en una de las majestuosas salas de la reconocida universidad de Cambridge para escuchar a este singular y marginal escritor chileno, quien amenizó su charla con una pequeña petaca de whisky, la que fue bajando lentamente a medida que avanzaba la conversación.

El tema que los reunió fue la Crónica Urbana, género predilecto del fundador de las Yeguas del Apocalípsis y cronista de The Clinic, quien la definió como un reflejo de la realidad de localidades inocentes y olvidadas. Sus relatos predilectos son sus propias vivencias y experiencias, las historias de travestis, homosexuales reprimidos y barrios marginales.

Según dijo, su propósito a través de estos relatos, es rescatar aquellas historias olvidadas que se ubican al margen de la crónica policial y relatos voyeristas, convirtiéndolos en realidad con sentimientos, sangre y sudor.

Lemebel no se cree el cuento de ser un intelectual público; es más, no quiere ser un personaje reconocido, dejando en claro que "no voy a salir con terno blanco de lino y pipa a lo Hemingway, no me interesa ser tan latero y viejo".

Pero no se queda atrás cuando hay que opinar sobre la revolución mediática gay que se está generando en Chile. "Esta farándula gay no me la creo; son todos pura pose, puro cuento. Demasiado tradicionales, como todo en Chile, no hay un destape revolucionario, sino que una tímida muestra contenida". Y aunque nadie le preguntó sobre su propio destape homosexual, sin arrugarse señaló que él nunca tuvo que salir del clóset y en tono burlesco contó que "los pobres no tenemos clóset, sino ropero, pero a mí se me notaba a la legua".

Cuando la petaca de whisky había bajado tres cuartos de su capacidad, la charla dejó de ser contenida y el tema de la crónica urbana se disipó rápidamente. La charla pasó de una conversación a ser un monólogo en el que Lemebel habló de lo que quiso. Leyó un par de crónicas que aún no han sido publicadas y comentó sobre las reacciones que generó en Chile cuando comentó esta visita a Harvard: "Algunos creían que venía a peinar a las académicas, pero acá estoy hablando de la vida, de mi vida".

Los compuestos alumnos de Harvard tuvieron que guardarse sus preguntas y se dedicaron a escuchar y a reír con sus historias, sus propias vivencias, que en este medio puritano y académico dio un respiro de liviandad y chilenidad honesta, sin miedos, ni censuras.

Lemebel se desató y dejó a la audiencia abismada con tanta sinceridad en carne viva, que tanta falta hace por estos lados.
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