MÉXICO.- El compositor mexicano Marcos Lifshitz disputa en los tribunales una denuncia contra el cantante Luis Miguel y el productor español Juan Carlos Calderón por supuesto plagio de un tema del exitoso disco "Amarte es un placer".
La demanda civil por daño moral presentada en México afecta también a la compañía El Pedrosillo, de Calderón, y a las empresas discográficas Warner Music y WEA International, y la sentencia podría conocerse en pocos meses.
Lifshitz, que registró su canción "Siento nuestro aliento" en marzo de 1997 en México, explicó que presentó ésta y un conjunto de melodías a directivos de Warner Music en México en 1999.
Sin tener noticia alguna de qué había ocurrido con su material, a fines de aquel año creyó reconocer en un tema cantado por Luis Miguel y que había arreglado Calderón, una melodía muy parecida a la de "Siento nuestro aliento" y preguntó a Warner-México qué había pasado con su canción.
La casa discográfica, según Lifshitz, negó que el material fuera el mismo, se desentendió del asunto y lo remitió a Calderón, quien argumentó a través de sus abogados que los temas en cuestión eran diferentes.
Pese a que se desestimó en México una demanda penal sobre el caso, Lipshitz decidió plantear a mediados de 2002 un nuevo proceso civil por "daño moral" contra Luis Miguel y Calderón, que está pendiente de una sentencia que será apelable.
Según documentos, en el caso, que se encuentra en el Juzgado IV de Distrito en materia civil en Ciudad de México, la defensa de Lipshitz alega que parte del tema "Siento nuestro aliento" pudo haber sido utilizada por Calderón como base para la canción "Amarte es un placer".
La canción es el tema estrella del disco del mismo nombre, que ganó dos Grammy Latino en 2000.
Lipshitz y sus abogados consideran que la canción "Amarte es un placer" "es una adaptación" hecha sin su autorización "de la melodía suscrita y titulada 'Siento nuestro aliento'".
Por ello, reclama un "pago que no será inferior al 40 por ciento de los ingresos totales obtenidos por la explotación comercial directa o indirecta de cada producto que contiene" la melodía de Lipshitz, esto es, el exitoso disco "Amarte es un placer" de Luis Miguel.
La defensa considera que este artista, Calderón y las tres empresas demandadas presuntamente violaron varios artículos de la Ley Federal de Derechos de Autor mexicana, y de la Ley de Propiedad Industrial de este país.
En el último análisis pericial, realizado el mes pasado a petición del juez, un perito independiente señaló que "es muy difícil que sea producto de la casualidad" la enorme similitud entre el tema comercializado por Luis Miguel y el compuesto por Lipshitz años antes.
Para el abogado José Piecarchic, que defiende a Lipshitz, este último peritaje "en estricto sentido no es una prueba contundente, pero sí es una prueba que tiene mucho peso" y que el juez debe ahora valorar en el caso.
Agregó que su cliente nunca autorizó el uso del tema musical ni las modificaciones que se le hicieron.
"Hay pruebas de los peritos, tanto de nosotros como de ellos, dijeron que es la misma canción. Al final del camino dijeron en la conclusión 'no es', pero eso a mí no me preocupa (...) El perito del juez dijo que es la misma canción", asegura Piecarchic.
Además, varios documentos presentados ya en el juzgado muestran que directivos de Warner recibieron el material musical de Lipshitz que éste alega que fue plagiado.
Piecarchic adelantó que, aparte de la acción legal en México, "hay un equipo de abogados, en Argentina, en Chile, en Nueva York y en España, en 'stand by' (espera) para presentar cuatro demandas paralelas por el mismo asunto".