BRUSELAS.- Un documentalista tuerto se está preparando para trabajar con una cámara instalada en un ojo prostético, con la intención de grabar a diversas personas en un proyecto que abordará la masiva expansión de las cámaras de seguridad.
Uno de los ojos del director canadiense Rob Spence fue dañado en su niñez en un accidente y debió ser removido hace tres años. Ahora está en la etapa final para desarrollar una cámara que podría convertir su impedimento en una ventaja.
Fanático de la serie de la década de 1970 "El hombre nuclear", Spence dijo haber tenido una epifanía cuando miraba la cámara de su teléfono celular, al darse cuenta que algo tan pequeño podría caber en el órbita ocular.
Con la cámara inserta en un ojo prostético, espera ser capaz de grabar las mismas cosas que ve con su ojo funcional, con sus músculos manejando la cámara tal como lo haría si fuese real.
Spence afirmó que planea convertirse en una "máquina humana de vigilancia" para explorar temas de privacidad y si la gente está "caminando como sonámbula hacia una sociedad 'orwelliana' ".
Agregó que sus sujetos de estudio no saben que él está grabando hasta el final, pero que debe recibir el permiso de ellos para incluirlos en la película.
Su equipo especial consiste en una cámara, originalmente diseñada para colonoscopias, una batería y un transmisor inalámbrico. Su desafío es que todo aquello logré caber en el interior de un ojo prostético, para lo que cuenta con la ayuda de destacados ingenieros, incluyendo a Steve Mann, quien fue cofundador del grupo de investigación de computadores "para vestir" en el Instituto de Tecnología de Massachusetts.
La cámara fue provista por la empresa OmniVision Inc., una compañía especializada en cámaras en miniatura que se pueden encontrar en celulares, computadores portátiles y endoscopios.
La empresa informó que el éxito de la "cámara-ojo" podría celerar la investigación para recuperar la vista de personas no videntes. El equipo espera tener una cámara funcional el próximo mes.
Spence, quien se llama a si mismo "Eyeborg", dijo a la prensa que con este artefacto podrá capturar de forma más natural las conversaciones de lo que sería con una cámara convencional. "Como documentalista, tratas de tener conexión con una persona", afirmó, "y la mejor forma de hacer conexión es a través del contacto visual".
El realizador también está conciente de los problemas de privacidad. "Mientras más me acerco a que me pongan la cámara, más asustada está la gente de mi", dijo, agregando que las personas no están seguras de si quieren pasar el tiempo con alguien que podría estar filmando en cualquier momento.