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Que la fruta sea para siempre

Su voz ha sido aplaudida desde que participaba en los festivales de su natal Curicó y hasta su última presentación en la banda de José Luis "El Puma" Rodríguez. Ésta es la historia de una artista que a pesar de años de ausencia se mantiene de pie en la música. Su reciente disco De música y alma es la mayor prueba de ello.

05 de Abril de 2010 | 10:43 |

Cada vez que Gisella Valenzuela (31 años) viaja a su natal Curicó, aparecen personas que ella no conoce que la saludan. Allá es casi una celebridad: las radios y diarios locales la entrevistan y programan sus canciones, y es aplaudida por su inconfundible voz. Pero cuando regresa a su hogar en Quinta Normal, donde vive desde hace once años, vuelve a su vida común y corriente junto a su familia.

Su popularidad en la ciudad de la Región del Maule no es casualdad. Criada en una familia de músicos -su padre Fernando Valenzuela es un reconocido baterista de bandas tropicales de la zona y su madre Irma Moya es cantante-, hasta los quince años participó en cuanto festival de la voz existía en la localidad. Y los ganó casi todos. Ranchera, folclor y hasta baladas R&B de Whitney Houston fueron algunas de las influencias de su voz en vivo en competencias interescolares y comunales y en eventos para la Teletón.

"Era súper afinadita. Fui como un chiche de la casa. Llegaban las visitas, íbamos a las fiestas y me decían que cantara. No me daba vergüenza. Cantaba de todo: harto charrasqueado, polka. Tenía una guitarrita chica y tocaba cualquier cosa. Me encantaba", recuerda.

Pero fue en un festival de Curepto cuando cambió su vida. Cuando tenía 18 años conoció a uno de los mimebros del jurado, Frano Kovac (reconocido baterista y arreglista musical que ha trabajado para músicos como Buddy Richard y la banda de salsa Santiago All Stars). Se enamoraron mutuamente y Gisella ya no fue más conocida en el mundo artístico con ese nombre. Pasó a llamarse Almendra, "porque es un nombre cercano a la gente", explica.

Desde entonces, junto a la colaboración de su pareja, comenzó una larga y pausada carrera musical fuera de sus tierras. En 1998 grabó "Cómplice de una mirada", canción para un disco promocional que reunía a otros aristas. Realizó shows en lugares más lejanos de Curicó como Rancagua, Peumo y Concepción. Estuvo en una gira nacional de la Teletón y fue invitada a programas de televisión.

El cariño musical


En 2007 volvió a los estudios, después de dedicar un período a sus hijos Tomislav (9) y Laura (8) y de estudiar secretariado y titularse de peluquera. Allí grabó dos nuevas canciones. Los músicos que trabajaron en la sesión quedaron encantados con su voz, entre ellos el mismísicmo trombonista Héctor "Parquímetro" Briceño. Le ofrecieron participar en el registro de un álbum y así lanzó De música y alma, un disco con nueve pistas donde predomina la balada pop, combinada con aderezos de jazz, de soul, de funk y una importante presencia de sonidos latinos. Como si estuviera acompañada por una orquesta de TV -con guitarra, bajo, batería, percusiones, teclado, bronces, entre otros instrumentos-, a ratos pareciera estar escuchándose a Ema Pinto (cantante de Matahari), pero con un contenido en sus letras románticas al estilo melodramático de Myriam Hernández.

"Todo el disco está hecho dentro de una misma línea estilo, porque está realizado por un solo arreglador (el propio Frano Kovac). Ésa es una ganancia para mí".

-Los músicos, los productores y hasta el fotógrafo que hizo las imágenes del disco trabajaron contigo gratuitamente. ¿Cuál es tu conclusión de esta mancomunión que se generó?
-
Agradecimiento y ganas de seguir adelnate, porque todos me ayudaron y todavía están conmigo. Si me están incentivando a que siga es por algo, y me llena de energía para seguir, porque este mundo musical es muy complicado. A mí me ha costado mucho al no tener el apoyo de un sello. Sé lo difícil que es, pero quiero estar ahí porque deseo que la gente escuche lo que hago.

-Cuatro de los temas del disco son de tu autoría, ¿cuándo decidiste comenzar a ser compositora?
-Hace muy poco, en el 2007. No me atrevía a escribir un tema, porque nunca sentí que yo fuera una compositora. Tampoco digo que ahora lo sea. Pero en el 2007 hice mi primer canción, que está en el disco y es el single promocional. Se llama "No quiero estar sin ti".

-En la génesis de este disco Frano te ayudó mucho...
-En todo. De partida, sin él no hubiese podido haber hecho el disco finalmente, porque fue quien escribió todos los arreglos. También me ayudó a componer algunas canciones. Creo que él cree más en mí de lo que yo misma podría creerme. Tengo un amigo, Carlos Cáceres, que me pasó la canción "Muros". Era una versión con pura guitarra. Se la pasamos a Frano y él hizo un arreglo totalmente diferente conservando la melodía de la canción.

"Lo que me tiene contenta es que en el disco no hay nada pregrabado: todo es música en vivo. Si está sonando una trompeta, es porque hay una trompeta en el estudio. Todo fue grabado en vivo y eso me gusta, porque los músicos de antes, como Nino Bravo o Roberto Carlos, una los escuchaba y siempre se notaba que era todo en vivo, todo tocado. Yo quería que se traspasa a De música y alma.

-Eso también va de la mano con las sonoras de cumbia que escuchabas de niña.
-Claro, estaba siempre acostumbrada a los ensayos en mi casa. Siempre estaba rodeada de música. No me gusta ver a un tecladista y que haga sonar a una orquesta entera, porque siento que le están quitando también trabajo a los mismos músicos. No soy partidaria de eso.

-¿Cuál es el sello distintivo de tus canciones propias en relación con las que cantas de otros autores?
-Siento que cuando canto lo hago sin querer demostrar nada. Interpreto lo que siento, lo que a mí me nace. Pero creo también que hay muchas cantantes que hacen un tema y lo matan, porque empiezan a adornarlo tanto que al final le quitan todo el sentimiento que debe tener. Eso creo que me diferencia: yo no quiero demostrar nada. Lo canto y lo siento.

-¿Estás de acuerdo con que sea una música más orgánica?
-Que sea un tema que llegue, que se pueda entender la letra y la melodía, porque de repente con tanto adorno que le ponen no se entiende nada. Hay una canción del disco que se llama "De música y alma", que es un homenaje y agradacimiento a los cantantes antiguos. Yo sigo escuchando a Nino Bravo, Camilo Sesto, Joan Manuel Serrat. Son artistas que realmente llegan a la gente y que tú los escuchas hace veinte años en la radio. Es música para siempre. Eso me gustaría que pasara con la mía: algo que no esté de moda. Quiero hacer algo que perdure en el tiempo y que sea de corazón. Escucho una canción en la radio y al final no tengo idea de quién es, no tienen estilos.

-¿No crees que eso ocurre porque los sellos grandes monopolizan el negocio de una música digerible en la inmediatez?
-Siento que se engañan solos, porque hablo con muchas personas y me dicen que debería hacer algo comercial. ¿Y qué es lo comercial? Yo todavía no sé qué es, porque si ponen en la radio un tema diez veces, aunque sea malo, la gente va a estar pelando papas en la cocina y cantando la canción del momento por inercia. Creo que ahí está el error, creen que porque la ponen varias veces la gente está de acuerdo con eso.

La perseverancia de Almendra

A pesar de que el álbum estuvo listo en el 2008, recién en octubre pasado logró lanzarlo oficialmente, con un concierto en el Club de Jazz. Almendra venía de una de sus mejores experiencias luego de haber trabajado para José Luis "El Puma" Rodríguez (ver recuadro). Aquella noche del recinto de Ñuñoa ella la recuerda como "mágica".

"Me bajé del escenario y compartí con toda la gente. La mayoría no conocía algunas canciones y quedaron fascinados. Decían que estaba espectacular. Con el sólo hecho de tener a los músicos en vivo ya la gente lo agradece", señala. Ese mismo espectáculo se iba a realizar el 18 de marzo pasado, pero el reciente terremoto la obligó a posponerlo para el próximo 7 de mayo a las 21:00 horas en la Sala SCD Vespucio.


-Tu carrera musical ha estado algo interrumpida. ¿Cómo te sientes en la actualidad para continuar?
-Estoy con más ganas que antes, porque siento que hay tiempo para todo en la vida. Siento que a lo mejor si no me dediqué cien por ciento en el 98 antes de tener a los niños, fue porque no era mi tiempo todavía (...). Quiero buscar un sello, voy a ver todas las posibilidades que estén a mi alcance para que ese sello musical me pueda escuchar. Tengo claro lo que quiero ser y lo que no quiero ser. Y dentro de las cosas que quiero es ser una cantante respetada, querida por mis colegas y por la gente.

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