La modelo desmintió que haya expresado su tristeza mediante redes sociales.
El MercurioSANTIAGO.- La modelo rusa Irina Shyak nunca había disfrutado de tanta fama como la que ha conseguido durante esta semana. Lamentablemente la prensa no está interesada en su trabajo ni en su belleza, sino que en su reacción ante el nacimiento del primogénito de su novio, Cristiano Ronaldo, mediante un vientre de alquiler.
Según la prensa europea, Shayk supo la noticia al mismo tiempo que el resto del mundo, lo que habría significado para ella un duro golpe emocional. Sin embargo, la modelo niega que haya sido así, según informa su firma representante en un comunicado publicado por la edición online de "El País".
"Los rumores publicados recientemente con respecto a la vida privada de nuestra cliente Irina Shayk y el nacimiento del hijo de Cristiano Ronaldo son falsos", señala.
La declaración aclara que la modelo nunca expresó su tristeza a través de las redes sociales, como había estimado la prensa, y agrega que para evitar problemas, Shayk suspendió su cuenta en Twitter.
"Es desafortunado que ciertos individuos se tomen la libertad de crear páginas falsas y levantar falsos testimonios por la razón que sea. En este momento, la señorita Shayk ha suspendido su cuenta de Twitter mientras sigan en pie rumores semejantes".
La firma de representantes también desmiente que la modelo tenga interés en casarse o tener hijos con el futbolista.
"Cualquier declaración supuestamente hecha por la señorita Shayk con respecto a una futura boda o su deseo de tener hijos en estos momentos es también falsa, negamos todo lo que han publicado los tabloides europeos. Ella no ha comentado esas materias ni lo hará, y cree que su vida privada y la de sus amigos no son material para comentario público".
De acuerdo al comunicado, Shyak está atravesando un muy buen momento con Cristinao Ronaldo y no tiene planes de terminar la relación. Esto sería demostrado con una fotografías captadas en miércoles, en el que la pareja aparece feliz en un hotel de Nueva York.