''Voy a reconquistar al Monstruo'', fue la promesa que Yuri dice haberse hecho tras saber que estaría en Viña 2011. El 21 de febrero se sabrá si lo logra.
WarnerSANTIAGO.- "Era como estar en una isla desierta y gritar al avión, y luego al barco. '¿Qué tengo que hacer?', decía yo". Así describe Yuri la relación que en los últimos años tuvo con el Festival de Viña del Mar, un escenario en el que vivió momentos que la hicieron atesorar como pocos artistas sus pasos por el certamen, al que luego trataría de volver con insistencia, pero sin resultados.
Sin embargo, la espera se acabará este 2011. La mexicana fue una de las primeras confirmadas para la venidera edición del evento, donde no sólo será jurado y cerrará la noche inaugural (lunes 21); además, se encargará de animar el programa festivalero vespertino de Chilevisión, junto a Francisca García-Huidobro.
"Es que es un reto, y a mí me gustan los retos", dice la cantante sobre la auténtica pasión festivalera que exuda, la misma que algunos artistas muestran para congraciarse, pero no ella: A Yuri le encanta Viña. En serio.
"Ahí crecí, me hice y me pasaron muchas cosas como persona y como artista. Quiero volver a estar ahí. Fui la primera mexicana que se llevó la Antorcha. Cuando antes se peleaba por la Antorcha, que ahora se la lleva cualquiera. Hoy si no te la da el público, te la da el que conduce", dice con una mezcla de crítica y nostalgia.
La pelea por el regreso fue constante, antes y después de su retiro religioso, y en ella la cantante incluso anotó momentos ingratos: "De los organizadores anteriores, uno de ellos me hizo una grosería fuerte en México. Yo estaba en un festival en Acapulco, y el hombre fue a ver al Buki (Marco Antonio Solís). Yo salí antes, y la gente me aplaudió de pie durante tres o cuatro minutos. Él como que se quedó impactado, y luego en el camerino le dijo a mi marido 'quiero hablar con ustedes para Viña'. Y el caradura me dice 'yo nunca vine por ti, y no me interesa contratarte, yo venía por el Buki, pero vi que la gente te sigue queriendo' ", recuerda.
Luego de eso, el agente "me ofreció dos pesos. Me impactó mucho y dije 'este señor no me va a desanimar, voy a seguir adelante, tocando puertas'. Y toqué muchas, como durante tres años".
El definitivo punto de inflexión vino en agosto de 2010, con su celebrado concierto en el Teatro Caupolicán. "Después del show dije 'si luego de esto no me contratan para Viña, me rindo' ".
Ese fuerte vínculo que Yuri describe con Viña comenzó a forjarse en 1982, cuando la cantante arribó como figura emergente. "La compañía disquera estaba apoyando a otra artista, no a mí, y para que no compitiera con ella me pusieron muchas trabas. Estaba sola, tenía 18 años, y la viví dura. Me enfermé de la garganta, iba a hacerme nebulizaciones al hospital sola, en taxi, y a esta otra artista la atendían, le daban de todo. Pero Dios fue justo: Ella no se llevó la Antorcha y yo sí. Fue muy comentado, despegué internacionalmente, porque Viña se veía en todos lados. Entonces Viña encierra muchas cosas".
Sus regresos serían sucesivos a partir de ese momento, y en 1995 incluso conocería allí a su marido, el entonces vocalista de Aleste, Rodrigo Espinoza. "Entonces son muchas cosas especiales las que guarda el Festival. Y quiero decirle a la gente que aunque me retiré, y estuve ausente cinco años, Dios no me ha quitado lo profesional, y sigo esmerándome en hacer cosas buenas, nuevas, y siempre me gusta innovar. Estamos planificando para hacer algo muy bonito, elegir muy bien las canciones. Estoy vigente, tengo un show muy actual, muy colorido, muy lindo. Como nunca los del Festival están muy interesados en mí, en que todo salga bien, y la verdad es que estoy muy contenta".
La cantante aprovechará su visita a Chile para anticiparse a su paso por el Festival con una gira previa por los casinos Enjoy. Así, su agenda de febrero anota presentaciones el 11 de febrero en Pucón, el 15 en Antofagasta, el 17 en Coquimbo, y el 19 en el Casino de Viña del Mar.