Los restos de Ruiz serán sepultados en Chile.
Sergio López, El MercurioPARÍS.- Más de 300 personas despidieron esta mañana en Francia al fallecido cineasta chileno Raúl Ruiz. Los restos del director fueron velados en la iglesia de Saint Paul, en el barrio del Marais, en Francia.
La esposa de Ruiz, Valeria Sarmiento, colaboradores, autoridades y amigos concurrieron a la ceremonia en Francia, antes de que el cuerpo del cineasta sea enviado a Chile.
"Con su dulzura y su sabiduría obtenía lo que nadie más obtenía" de los actores y técnicos; "nos hacía a todos mejores", dijo en la ceremonia de cuerpo presente Paulo Branco, que produjo, entre otros, su último largometraje, "Misterios de Lisboa" (2010).
Catherine Deneuve y Chiara Mastroianni, ambas muy compungidas, Arielle Dombasle, y el actor Michel Piccoli fueron parte de la comitiva que lo despidió.
"No tenía hijos, pero nosotros y sus espectadores éramos sus hijos", dijo François Margolin, productor de películas del chileno como "Días de campo" (2004).
El productor lamentó que su obra no sea "muy conocida" en Francia, país donde Raúl Ruiz se exilió tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973.
"El público no era su interés principal. Lo que le interesaba era hacer obras, una detrás de otra", y además "no pasaba tiempo haciéndose promoción ni era mundano", añadió Margolin.
"Toda su obra es Chile: la melancolía, el sentimentalismo, la tristeza, el alcohol", añadió el productor, que recordó la "ironía" y la "ternura" de Raúl Ruiz para con sus compañeros en películas como "Diálogos de exiliados", donde ironiza sobre las actividades de los chilenos en el exterior.
"Le debo una de mis grandes emociones como joven cinéfilo", por "Las tres coronas del marinero", dijoThierry Frémaux, delegado general del Festival de Cannes, donde Raúl Ruiz formó parte del jurado en 2002.
"Es un día muy triste para mí, es un gran amigo perdido", afirmó el embajador chileno en Francia, el escritor Jorge Edwards, que conocía a Raúl Ruiz desde hace más de cuatro décadas, "desde Tres tristes tigres" (1968), recordando que solía verlo "casi todos los domingos en Belleville", un barrio popular de París.
"Cada película era un experimento nuevo", y con el tiempo "mi admiración fue creciendo", agregó el embajador.