SANTIAGO.- José Segundo Rubio Paredes, un indigente peruano que vivía cerca de la frontera con Arica, sería el individuo que murió baleado por infantes de marina cuando intentaba cruzar ilegalmente la frontera con Chile el domingo 25 de enero pasado.
La identidad del hombre, cuyos restos hasta hoy no habían sido reclamados, fue conocida gracias a que un vecino de la localidad de Chiclayo reconoció el rostro publicado en una fotografía que se distribuyó por la zona fronteriza.
Según datos preliminares, Rubio era seguidor de una iglesia evangélica y tenía sus facultades mentales perturbadas.
La información no ha sido confirmada ni desmentida por la Cancillería peruana, puesto que aún resta constatar si las huellas dactilares del cadáver coinciden con las de Rubio.
El incidente, que causó la molestia del Gobierno peruano, ocurrió cerca de las 21:00 horas del domingo 25 de enero cuando un hombre intentó cruzar a pie desde la playa peruana de Los Palos hacia territorio chileno, en el Hito 1 de la frontera.
Al advertir su presencia, personal de la Armada le ordenó detenerse en dos oportunidades, mandatos que no fueron obedecidos por el individuo. Ello llevó a que los efectivos navales efectuaran dos tiros al aire, y al no obtener respuesta, le dispararon hiriéndole gravemente.
Una de los proyectiles impactó en su abdomen, lo que le provocó heridas de gravedad en el estómago, huesos de la pelvis, y vejiga, y su posterior muerte.
Mientras se desarrolla la investigación a cargo de la Fiscalía de la Cuarta Zona Naval, se informó que la camioneta en la el sujeto fue trasladado hasta el Hospital Juan Noé para ser atendido, quedó atrapada debido a la gran cantidad de arena suelta. Allí se perdieron valiosos minutos para que recibiera atención de urgencia.
