
La ex ejecutiva bancaria Luz Ojeda.
TEMUCO.- Los asistentes al juicio iniciado contra la ex ejecutiva bancaria Luz Ojeda quedaron al menos sorprendidos cuando la acusada de apropiación indebida y estafas dijo que todo su accionar tuvo un fin humanitario y de caridad.
Dijo que protegía y cuidaba al matrimonio de Carlos Spiess (91) y Berta Castillo (88), que le confiaron su patrimonio de 21 millones de dólares.
La atractiva ex ejecutiva de cuentas de la sucursal en Villarrica del Banco de Chile, que permanece en prisión preventiva, prestó declaraciones ante el juez Alejandro Vera, en la audiencia pública de formalización de la investigación en su contra.
Con una chaqueta roja, un ajustado pantalón negro y botas rojas, Luz Ojeda se mostró segura y hasta sonriente. Durante dos horas narró su relación con el matrimonio, el manejo de sus cuentas y las circunstancias en las que Spiess le habría donado diez fundos en la ribera del lago Huilipilún, como retribición a sus cuidados.
"Comía con ellos todos los martes y jueves, los llevaba al médico, les compraba ropa, los sacaba a pasear, los llevaba a las termas, a Valdivia, a Licán Ray. Pagaba los sueldos de sus trabajadores y los ayudaba en todo, porque la salud de ambos estaba muy deteriorada", explicó.
Ojeda está acusada de estafa, falsificación de instrumento público, apropiación indebida de dinero, falsificación de instrumento privado mercantil y uso malicioso de instrumento público.
En el tribunal estaba presente su cónyuge Rolando Zambrano, querellado por los mismo delitos, y que ha adquirido bienes por mil millones de pesos en los últimos años.
Los querellantes Carlos Spies y su esposa Berta Castillo, quienes sólo escucharon atentamente el relato de su ex ejecutiva de confianza.
La ex ejecutiva, cuyo sueldo bruto promedio era de 750 mil pesos, justificó como dinero de su marido, un ex funcionario municipal, el movimiento $ 280 millones en los últimos tres años en su cuenta corriente del mismo Banco de Chile pero no pudo explicar el destino de 500 mil dólares que Spiess tenía depositado en la sucursal del Banco Credit Suisse de Nueva York, remitidos por esa entidad bancaria en tres cheques a nombre del anciano, los que fueron cobrados mediante falsificación de su firma y cuyas copias fueron incautadas a Luz Ojeda desde su escritorio.